El pasado lunes 15 de noviembre, el presidente de la Asociación de Profesores, William Anseume y el presidente de la Federación de Centros de Estudiantes de la Universidad Simón Bolívar, David Cedeño, hicieron entrega en las oficinas de la Organización de Naciones Unidas (ONU) de una carta en español e inglés en la que solicitan a la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michell Bachelet, que siga interesándose con ahínco en el problema de la Autonomía Universitaria y de las elecciones de autoridades y representantes en las universidades venezolanas, ambas atropelladas por el régimen venezolano.
A continuación la copia completa de las mencionadas misivas:
Alta Comisionada Michell Bachelet
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Presente. –
Excelentísima Michelle Bachelet:
Le escribimos, en principio, agradecidos por su permanente atención con reiterados informes acerca de la continua violación de los DDHH en Venezuela. Especialmente nos ha complacido el alcance que en ellos usted le ha dado a los temas de la Autonomía Universitaria y las elecciones de autoridades y representaciones en nuestras universidades.
Estamos conscientes de su continua labor y la de su equipo en Venezuela en función de alcanzar objetivos que contribuyan a aminorar los ataques a nuestros derechos por parte del poder establecido en nuestro país. Por ello, queremos insistirle en que, por más de doce años, más de tres períodos consecutivos, no ha habido elecciones en nuestra universidad ni en la universidad venezolana en general.
Como es de su conocimiento, este impedimento propiciado por el Poder Judicial —que no se ha dignado a atender solicitudes y recursos de nulidad por inconstitucionalidad, interpuestos hace más de una década por diversas instituciones de educación universitaria— repercute en la supresión del derecho a la opinión, de la renovación periódica de autoridades electas, y de la propia autonomía, además que niega derechos políticos a la elección y la participación en nuestras casas de estudio por un tiempo tan prolongado que tiende a extenderse aún más peligrosamente.
El gobierno dictatorial de Nicolas Maduro, como usted también seguramente sabrá, ha usado esos impedimentos como estrategia para designar autoridades de su conveniencia o correspondientes ideológicamente a él, como ha sido el caso de nuestra Universidad Simón Bolívar o La Universidad del Zulia. A la par, ha designado “protectores” —una figura inexistente en nuestra legislación— en instituciones hermanas, como la Universidad Central de Venezuela o la Universidad de Oriente. Desconoce así derechos constitucionales y, desde luego, humanos.
A sabiendas de la labor adelantada por usted y su equipo de trabajo destacado en Venezuela al respecto de estos temas, queremos insistir una vez más en la necesaria celeridad que urge en estos asuntos, habida cuenta que la fractura institucional que causan en las universidades y los individuos que las componemos, así como su proyección en la sociedad venezolana que es muy honda. Confiamos en su diligencia en insistir en prestarle atención a tan delicados asuntos hasta lograr que se realicen tan deseados y necesarios comicios. E insistimos en reconocer y agradecer su permanente interés y el de sus colaboradores a la desbordada situación de los Derechos Humanos en Venezuela.
Quedamos de usted