La seguridad es un factor clave para que los ciudadanos alcancen una buena calidad de vida. Debe garantizarse no solo a nivel social, sino también alimentario, económico, jurídico institucional, energético y ambiental.
Dependiendo de sus condiciones, los riesgos y la incidencia criminal, entre otros indicadores que resultan determinantes, los territorios pueden tener un mayor o menor índice de seguridad.
Aquí algunos de los barrios que por sus niveles de violencia, precariedad y delincuencia han sido catalogados como los más peligrosos del mundo.
Ubicado en el estado de Miranda, en la ciudad de Caracas (Venezuela), se encuentra Petare, considerado uno de los barrios más grandes, pobres y peligrosos de América Latina.
“Petare es un mundo dentro de Caracas. Es un entorno lleno de muchos contrastes, son muchas realidades las que conviven acá”, fueron las palabras que usó el historiador Jesús Piñero, en diálogo con ‘Voz de América’, para describir el panorama de la ciudadela.
De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), entre enero y septiembre de 2022 se registraron un total de 1.397 homicidios en Venezuela, lo que equivale a 116 asesinatos por mes. Petare llegó a tener en el 2018 una tasa de 102 crímenes por cada 100.000 habitantes y para 2019 la cifra descendió a 89, un número igualmente elevado.
La situación económica del barrio tampoco es la mejor, no en vano es catalogado uno de los más pobres de la nación. Dayalín Torres, una habitante de Petare, contó a ‘BBC’ que un gran número de personas se han volcado hacia los negocios informales, puesto que la remuneración que reciben en trabajos formales “no alcanza para nada”.
Para el año 2004, Cité Soleil fue llamado por la ONU como “el lugar más peligroso del mundo”. Aunque la situación no se compara a la de hace dos décadas, pues ha existido un proceso de pacificación, sigue siendo uno de los barrios más violentos y precarios de Haití.
Tan solo un año atrás, en julio de 2022, la “ciudad del sol” se convirtió en un epicentro de violencia en donde los secuestros, bloqueos de carreteras, abusos, asesinatos y desplazamientos forzosos están a la orden del día.
El desabastecimiento de bienes esenciales, y el cierre de escuelas y centros de salud es una de las cosas que más preocupa a los ciudadanos, pero también a los organismos internacionales, quienes tienen los ojos puestos en Cité Soleil.
En un comunicado emitido a finales de abril, la Coordinadora Humanitaria en Haití, Ulrika Richardson, señaló que los habitantes no quieren salir de sus casas por temor a la violencia armada y el terror de las pandillas.
“La situación de seguridad y humanitaria en muchas áreas de Cité Soleil, con una población de varios cientos de miles de personas, ha alcanzado niveles alarmantes. Las mujeres y los niños son particularmente vulnerables a la brutalidad de las pandillas”, señaló Richardson.
Los índices de seguridad descendieron desde julio de 2021, cuando Jovenel Moise, el entonces presidente, fue asesinado en su residencia de la capital. A día de hoy, los responsables del crímen no han podido ser llevados ante la justicia.
De acuerdo con ‘La Gaceta’, El Príncipe, ubicado en la ciudad de Ceuta, es el más peligroso de España. Además de sobresalir por su incidencia criminal, con abundancia de tiroteos, tráfico de drogas y de personas, se dice que este territorio es la cuna del “extremismo yihadista”. La gran mayoría de sus habitantes son de origen marroquí.
“Estamos hablando de familias desestructuradas. Llevamos más o menos unos diez años de tiroteos continuados y asesinatos cada cierto tiempo. En esa violencia influye el paro, especialmente el juvenil, y el fracaso escolar. No hay alternativas viables ni el Estado nos está ayudando a intentar salir de esta situación”, sostuvo Abdelkamil Mohamed, presidente de la barriada, a ‘El Independiente’.
La guerra de bandas, impulsada principalmente por el tráfico de drogas, es uno de los aspectos que más preocupación genera entre los ciudadanos de este barrio español, quienes temen ser víctimas de las balas perdidas a plena luz del día.
Neighborhood demographics, un sitio estadounidense especializado en análisis demográficos, ubicó a Medina, en San Pedro Sula, como el cuarto barrio más peligroso del mundo. Pese a que la tasa de homicidios ha disminuido, aseguran que “continúa siendo una zona reconocida por su violencia, denominada el epicentro de la inseguridad”.
El informe señala que la facilidad de acceder a armas de fuego no permite “atajar la violencia constante”, a menudo plagada de homicidios. Ante estas acusaciones se ha pronunciado el inspector de policía Yeri Espinoza, quien aseguró para ‘La Prensa’ que en Medina no se reporta mayor incidencia criminal.
La mayoría de denuncias, según él, son acaparadas por escándalos públicos o violencia doméstica, más no por masacres perpetradas por grupos criminales. Aún así, el barrio sigue apareciendo en la lista de los más peligrosos, a criterio del portal estadounidense.