En la madrugada de este sábado, los cuatro menores de edad, que estaban desaparecidos en la selva amazónica de Colombia, llegaron al Comando Aéreo de Transporte Militar, Catam, en Bogotá.
Allí los esperaban varias ambulancias que los iban a trasladar al Hospital Militar y un grupo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para verificar que sus derechos de los niños no fueran vulnerados.
Los niños fueron trasladados desde el San José del Guaviare a Bogotá en un avión ambulancia de la Fuerza aérea colombiana junto con su padre y uno de sus abuelos.
Durante el viaje fueron atendidos por un grupo de médicos pediatras, quienes se encargaron de hidratarlos y ofrecerles cuidados mientras llegaban a Bogotá.
Al aterrizar el avión, los niños fueron bajados uno a uno en camillas. Militares, indígenas y paramédicos contemplaron la milagrosa escena y cerraron con un fuerte aplauso en agradecimiento a la labor y el exitoso final de la llamada ‘Operación Esperanza’.