«La vida de la reina Isabel fue una vida bien vivida», dijo este viernes Carlos III al renovar la promesa de servicio público como hizo su «amada mamá», fallecida este jueves.
En un emotivo discurso, el primero como rey de Inglaterra, elogió la ternura, el humor y la capacidad de su madre para ver lo mejor en la gente.
Carlos III, de 73 años, anunció además que el príncipe William, el heredero, y su esposa, Catherine, se convertirán en príncipe y princesa de Gales, e igualmente expresó su amor por su otro hijo, Harry, y su esposa Meghan.
La reina Isabel II falleció el jueves en el castillo de Balmoral a los 96 años y tras 70 como monarca.
Estos son algunos de lo mejores momentos del histórico discurso.
1. Tributo a su madre
«Su dedicación y devoción como soberana nunca vacilaron a través de momentos de cambio y de progreso, a través de momentos de alegría y celebración y a través de momentos de tristeza y pérdida», dijo Carlos III en un mensaje televisado desde el Palacio de Buckingham y con una foto de Isabel II a su izquierda.
De inicio, Carlos III reconoció la tristeza que siente como hijo.
«Les hablo hoy con sentimientos de profunda tristeza. A lo largo de su vida, su Majestad la reina, mi amada madre, fue una inspiración y un ejemplo para mí y mi familia. La deuda que tenemos con nuestra madre es la mayor que una familia podría llegar a tener, por su amor, cariño, guía y ejemplo», manifestó el rey.
«Homenajeo la memoria de mi madre y honro su vida de servicio público», dijo Carlos III.
«Sé que su muerte genera mucha tristeza a muchos de ustedes y comparto con ustedes ese sentimiento de pérdida sin medida».
2. El país y la Mancomunidad de naciones
«Cuando la reina llegó al trono, Reino Unido y el mundo aún estaban enfrentando las privaciones y los efectos de la Segunda Guerra Mundial (…)
En el curso de los últimos 70 años hemos visto a nuestra sociedad convertirse en otra con muchas culturas y creencias.
Las instituciones del Estado también han cambiado. Pero a través de los cambios y los desafíos, nuestra nación y la gran familia de territorios reales, de cuyos talentos, tradiciones y logros estoy profundamente orgulloso, han prosperado.
Nuestros valores se han mantenido y deben seguir constantes. El papel y los deberes de la monarquía también permanecen, así como la relación particular y la responsabilidad con la Iglesia de Inglaterra, en la que tan enraizada está mi fe», señaló Carlos III.
«Como hizo la reina con una devoción inquebrantable, yo también prometo, durante el tiempo que Dios me dé, ser fiel a los principios constitucionales que están en el corazón de nuestra nación».
Pueden ampliar esta información en BBC Mundo.