El canciller venezolano, Jorge Arreaza, pidió este sábado a Estados Unidos cesar la “agresión” contra su país, después de que el embajador estadounidense, James Story, pidiera la liberación de tres activistas detenidos y señalara que en una nación democrática se “respetaría la libertad” de informar.
“Un Estado democrático, que respete el derecho internacional, no promueve ataques y conspiraciones a través de supuestas ONG, con el fin de generar violencia en países soberanos. Venezuela tiene derecho a la paz y la estabilidad. EEUU y sus satélites deben cesar su agresión”, dijo Arreaza al responder en Twitter a un mensaje de Story.
“En Venezuela las llamadas organizaciones no gubernamentales no poseen patentes de corso para violar la ley y desestabilizar el país. Las verdaderas ONG cuentan con todo nuestro apoyo; no así aquellas franquicias de los que quieren sembrar violencia, disfrazadas de ONG”, agregó.
El representante de EE.UU. para Venezuela había pedido en ese mensaje la libertad de los activistas de la ONG Fundaredes, Omar García, Rafael y Javier Tarazona.
“Incitación al odio” y otros dos delitos
“Un estado democrático respetaría la libertad de la sociedad civil de informar a la ciudadanía. Los venezolanos tienen derecho a informar, libres de intimidación, y detenciones arbitrarias como represalia. Liberen a activistas de Fundaredes y a su director Javier Tarazona”, indicó Story.
La solicitud de Story llegó después de que la ONG Foro Penal, líder en la defensa de “presos políticos” en Venezuela, informara que los tres activistas, detenidos ayer, fueron presentados ante tribunales e imputados por los delitos de “traición a la patria, terrorismo e incitación al odio”.
Según denunció el director vicepresidente del Foro Penal, Gonzalo Himiob, a los activistas se les impidió ser “asistidos por sus abogados de confianza”, y se les impuso un defensor público.
Los activistas fueron detenidos el viernes cuando acudieron a la sede del Ministerio Público en el estado noroccidental de Falcón para denunciar que el líder de la ONG estaba siendo “víctima de acoso y persecución por funcionarios” de la Policía de esta entidad, el Servicio de Inteligencia y “funcionarios sin identificar”.
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