Lapatilla
Durante más de dos años la construcción del Centro Comercial Traki no ofreció tregua a los vecinos de El Cigarral y La Boyera, dos urbanizaciones de El Hatillo, un municipio de clase media-alta ubicado en las colinas del sureste de Caracas. Los incesantes estruendos y chirridos de las máquinas de la construcción, con camiones de carga que iban y venían a toda hora y gritos de obreros que trabajaban hasta la madrugada, ponían a muchos los nervios de punta.
Por Carlos Crespo / ArmandoInfo
Ahora, con la obra ya inaugurada pero sin terminar de construirse, la incesante congestión del tránsito y las luces encendidas del complejo han terminado de destruir la paz y la calidad de vida de la zona, quizás para siempre. La mole de más de 50.000 metros cuadrados de construcción se asienta en su mayor parte sobre un terreno de 8.500 metros cuadrados que, antes de ser comprado por el dueño de Traki, el empresario Antonio Chambra Brouri, perteneció a los constructores Rafael Gruszka Tress -exministro de uno de los primeros gabinetes del presidente Hugo Chávez- e Igor Flasz Goldberg.
El tormento que para los vecinos ha significado la edificación, quedó potenciado por la permisividad de las autoridades municipales, que les tendieron una alfombra roja a los dueños del terreno para que dispusieran del mayor porcentaje de construcción posible. La falta de control municipal derivó en molestias continuas para los residentes y en el aumento de sus preocupaciones por la seguridad de la obra, subrayadas por las fisuras que ya observan, desde sus ventanas, en las paredes del edificio. Además, la obra dejó un espacio mínimo para las aceras, lo que provoca que los peatones se vean obligados a caminar por la vía donde pasan los carros, esquivando vigas y camiones de la construcción. De acuerdo con la propia dirección de Gestión Urbana de la alcaldía, los constructores tenían permitido edificar hasta 48 metros de altura, equivalente a 12 plantas de un edificio residencial. Esta desmedida obra pone en el centro de la controversia al alcalde del municipio El Hatillo, Elías Sayegh Franco.
Sayegh, de 37 años de edad, reelecto en noviembre de 2021, acaba de liderar una renuncia masiva de unos 60 dirigentes del partido Fuerza Vecinal, quienes alegaron tener “diferencias profundas” con el partido del que fue fundador. El alcalde se define ahora como “independiente”, y anunció su respaldo a la recién electa candidata presidencial de la oposición venezolana, María Corina Machado. Más allá de los cambios en la afiliación partidista del alcalde, lo que se mantiene incólume es su apoyo a la construcción del centro comercial, que fue inaugurado el 15 de septiembre. “La obra del Traki en El Cigarral es legal, nos guste o no”, ratificó el 19 de ese mes. A pesar de que ya está abierto al público, quien ingresa por las escaleras mecánicas al recinto de cinco niveles y tres sótanos puede oler la pintura fresca de las paredes y ver obreros haciendo soldaduras y otras labores en los niveles inferiores, donde se tiene previsto inaugurar un Supermercado Río y un Multimax, una cadena de tiendas por departamento.
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