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Un presunto sicariato sacudió el festivo ambiente de la Agroexpo 2023, la feria agropecuaria más importante de Colombia. La noche del 19 de julio, un hombre disparó a quemarropa a dos expositores extranjeros que esperaban por un taxi en las afueras de Corferias, el mayor recinto de exposiciones de Bogotá. Según testigos, el desconocido siguió tiroteando los cuerpos de los dos hombres que yacían sobre el asfalto y no robó ni los morrales ni los relojes de lujo de sus víctimas. Ambos murieron en el atentado que, sin embargo, dejó ilesa a la esposa de uno de ellos.
Lisseth Boon & Lorena Meléndez // ARMANDO.INFO
El sicario huyó con un cómplice en una moto. Horas después, las autoridades revelaron la identidad de las víctimas: Andry David González Hernández, de nacionalidad venezolana, y Ruby Alexander Moráis Layme, con pasaporte portugués. El primero era gerente general de Agropecuaria La Vía Láctea SAS, mientras que el segundo era entrenador de caballos en el Criadero La Victoria SAS.
El suceso puso nuevamente los focos sobre Netrex, el grupo comercial establecido en Colombia del que ambas empresas forman parte. En enero de este año, otra de sus compañías, la exportadora de ganado Frontera Vacana, había enfrentado el decomiso de 4,5 toneladas de cocaína en un barco con 1.750 vacas, cuyo destino final era Líbano, en un caso que la prensa local bautizó como el de las narcovacas.
Una pieza angular del conglomerado Netrex es Raúl Andrés Orozco. Oriundo de Maracaibo, la golpeada capital petrolera de Venezuela, en el fronterizo estado Zulia, este hombre de negocios de bajo perfil ha logrado construir una extensa estructura empresarial, primero en su país de origen y ahora en Colombia, donde venía esquivando los reflectores a pesar de los escándalos mediáticos que siguen surgiendo alrededor de sus negocios.
Esta investigación de Armando.info, Runrunes y Connectas logró establecer las conexiones de Orozco con una fundación de caridad y al menos 24 compañías –algunas de corta duración– en cinco países, tejidas durante 18 años de operaciones. Varias de ellas con un patrón atípico, pues se “activan y desactivan”, además de cambiar continuamente de directiva y de accionistas y entrelazarse en un esquema corporativo difícil de desenredar.
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