La Asamblea Nacional (AN) aprobó por unanimidad el proyecto de Acuerdo para declarar enemigos públicos de la República Bolivariana de Venezuela “a los paramilitares, terroristas, narcotraficantes, fascistas, asesinos, criminales y representantes de la ultraderecha internacional, Álvaro Uribe Vélez e Iván Duque”, de acuerdo con lo establecido en el artículo 111 del Reglamento Interior y de Debates del Parlamento Venezolano.
En el primer orden del día, los parlamentarios y parlamentarias en el Palacio Federal Legislativo aprobaron la propuesta presentada por el diputado Pedro Carreño, cuyo texto fue modificado y ampliado para incluir en los delitos al también exmandatario colombiano Iván Duque, ante las groseras injerencias para perturbar la paz y la vida democrática e independiente de los venezolanos y venezolanas, tal como lo informó el presidente de la Directiva, Jorge Rodríguez.
«Incluir la propuesta del prime vicepresidente, Pedro Infante, de incorporar a la otra rata, Duque; ni siquiera me refiero a ratas domésticas, sino a ratas de albañal, ratas de cloacas (…) y la otra propuesta también, del diputado Campos, de que nos unamos a la acción penal que ha emprendido en el Ministerio Público de Venezuela en contra de estos dos cobardes», manifestó el alto directivo del Poder Legislativo.
Narcotraficante número 82
La propuesta fue presentada por el diputado Pedro Carreño, quien realizó un breve resumen cronológico de la actuación de Uribe a favor de los cárteles narcotraficantes colombianos, en especial de Pablo Escobar Gaviria. “Se quedó corta la enumeración”, dijo Carreño, al observar que durante la lectura de los delitos que caracterizan al exmandatario ultraderechista colombiano Uribe, hubo un murmullo intensificado en la plenaria.
“Uribe ha trabajado para el cártel de Medellín y es amigo de Pablo Escobar, y no lo digo yo, lo dice el documento desclasificado de la DEA”, expresó Carreño.
Dio lectura al informe de la DEA, de 1991, donde se establece un resumen de los más importantes narcotraficantes colombianos contratados por los cárteles para su negocio de drogas y asesinatos selectivos. “Y aquí se lee que el narcotraficante colombiano número 82 es nada más y nada menos que Álvaro Uribe Vélez, colaborador del cártel desde altos niveles del Estado y de actividades de narcóticos”.
Además, dijo Carreño, Uribe debe ser declarado enemigo de la humanidad, porque fue creador de los falsos positivos, y es el origen del mal que apoyó a estructuras paramilitares que provocaron la muerte de más de 40 mil colombianos en Colombia. “Es el mismo Uribe Vélez de las fosas comunes, como La Macarena, donde se consiguieron más de 5 mil restos de cadáveres”, denunció.
Estrategia en Catatumbo
“¿Cuál es la gota que rebosa el vaso? El 11 de enero, desde la frontera, Uribe solicita una intervención militar contra Venezuela y, de colofón, dice: ‘Lo que nosotros pedimos es intervención militar avalada por ONU’”, refiere Carreño sobre las curiosas palabras recientes del exmandatario colombiano.
Carreño alertó que no es coincidencia que luego de estas declaraciones de Uribe, en el sector fronterizo de Catatumbo, empiezan los asesinatos de colombianos y desplazados de civiles hacia Venezuela, donde se da atención a cientos de familias que huyen de la sorpresiva violencia.
“Estamos en presencia de un Caballo de Troya para inocular paramilitares colombianos en Venezuela”, alertó el diputado, en referencia al intento de invadir al país bolivariano con una excusa que involucre a la ONU.
Advirtió que el excanciller colombiano, Murillo, recientemente renunciado del cargo, ha informado que llevará al Consejo de Seguridad de la ONU este “conflicto” para que se internacionalice y se determine que, para erradicar el problema, hay que traspasar las fronteras colombianas con la invasión de los llamados “cascos azules”.
“Desde este parlamento levantamos nuestra voz para que esta crápula, aborrecible de Uribe, sea declarado como enemigo público de la Patria de Bolívar”, exhortó Carreño tras presentar el proyecto inicial, que fue ampliado y aprobado por todas las fracciones partidistas en el parlamento.