“Reconocemos el legítimo reclamo de la sociedad cubana por medicinas, alimentos y libertades fundamentales”, aseguró Luis Almagro en su cuenta de Twitter. Y agregó: “Condenamos al régimen dictatorial cubano por llamar a civiles a reprimir y a la confrontación contra quienes ejercen sus derechos de protesta”.
Por Infobae
El secretario general de la OEA denunció así las amenazas del jefe de la dictadura castrista, Miguel Días Canel, que prometió represión y llamó a los “revolucionarios comunistas” a combatir a los cubanos que protestan. “Estamos dispuestos a dar la vida. Tienen que pasar encima de nuestros cadáveres si quieren enfrentar a la revolución. Estamos dispuestos a todo”, aseguró Díaz Canel en declaraciones a la cadena Telesur.
Reconocemos el legítimo reclamo de la sociedad cubana por medicinas, alimentos y libertades fundamentales. Condenamos al régimen dictatorial cubano por llamar a civiles a reprimir y a la confrontación contra quienes ejercen sus derechos de protesta. https://t.co/51FtpvurPh
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) July 11, 2021
“No vamos a permitir que ningún contrarrevolucionario, mercenario, vendido al imperio estadounidense, vaya a provocar desestabilización”, afirmó. Y amenazó: “Habrá una respuesta revolucionaria. Por eso convocamos a todos los comunistas a que salgan a la calle donde se vayan a producir estas provocaciones y enfrentarlas con decisión”.
Agobiados por la crisis sanitaria y asfixiados por la profundización de la represión, los cubanos salieron espontáneamente a las calles para reclamar medicinas, ayuda humanitaria y productos básicos. Al grito de “¡abajo la dictadura!”, “libertad” y “patria y vida”, miles de personas protagonizaron una jornada inédita
Instantes antes que Almagro, se pronunció EEUU, que también denunció las amenazas de Díaz Canel. Julie Chung, subsecretaria interina norteamericana para Asuntos del Hemisferio Occidental de los EEUU., aseguró que el gobierno de Joe Biden está profundamente peocupado por los “llamados al combate”. “Defendemos el derecho de reunión pacífica del pueblo cubano. Llamamos a la calma y condenamos cualquier tipo de violencia”.
Miles de cubanos salieron este domingo a las calles de La Habana al grito de “libertad” en manifestaciones pacíficas, que fueron interceptadas por las fuerzas de seguridad y brigadas de partidarios del régimen, produciéndose enfrentamientos violentos y arrestos.
Los choques entre los manifestantes y los pro-dictadura se produjeron en el céntrico Parque de la Fraternidad, frente al Capitolio, donde llegaron a congregarse más de un millar de personas con una fuerte presencia de las fuerzas militares y policiales, que llevaron a cabo varios arrestos.
Sin embargo, un grupo de varios cientos de manifestantes logró evadir el cordón policial y se dirigió en masa por el emblemático Paseo del Prado hacia el Malecón con los brazos en alto y gritando consignas como “libertad”, “patria y vida” y “dictadores”, en referencia a los dirigentes del país.
En un país conocido por sus medidas represivas contra la disidencia, las concentraciones se consideraron sorprendentes. Activistas y analistas dijeron a The New York Times que era la primera vez que tanta gente protestaba abiertamente contra el gobierno comunista desde el llamado levantamiento del Maleconazo, que estalló en el verano de 1994 en una enorme ola de cubanos que abandonaron el país por mar.
Carolina Barrero, activista cubana, fue más allá. “Es la manifestación popular de protesta contra el gobierno más masiva que hemos vivido en Cuba desde el 59”, dijo por mensaje de texto, refiriéndose al año en que Fidel Castro tomó el poder. Calificó la manifestación pública del domingo de “espontánea, frontal y contundente”. “Lo que ha ocurrido es enorme”, añadió.
Las protestas se desencadenaron por la grave crisis económica de Cuba, donde la pandemia de coronavirus ha cortado los cruciales dólares del turismo. La gente pasa horas en fila cada día para comprar alimentos básicos. Muchos no han podido trabajar porque los restaurantes y otros negocios han permanecido cerrados durante meses.