“Afirmó ser un innovador en energías alternativas, pero, en realidad, solo estaba robando dinero a los inversores”, dijo de él el fiscal federal interino.
Por rt.com
El empresario Jeff Carpoff, de 50 años, propietario de DC Solar con sede en Benicia, California, EE.UU. ha sido condenado a 30 años de prisión por ejecutar un esquema de estafa de millones de dólares, el más grande del Distrito Este de California, según un comunicado del Departamento de Justicia de EE.UU.
Carpoff había creado DC Solar entre 2011 y 2018, un proyecto para la creación de generadores solares móviles, que se montaban en remolques y se promocionaban como capaces de proporcionar energía de emergencia a torres de telefonía celular e iluminación en eventos deportivos.
De este modo, atrajo la inversión de grandes empresas que inyectaron sumas millonarias, motivadas sobre todo por los generosos créditos fiscales federales correspondientes a la naturaleza solar del plan. Entre ellas Berkshire Hathaway Inc., la empresa de Warren Buffett, que invirtió 340 millones de dólares al proyecto fraudulento, y otros patrocinadores como Progressive Corp., East West Bancorp Inc., Valley National Bancorp y Sherwin-Williams Co., que perdieron también sumas millonarias.
Los conspiradores llevaron a cabo un plan de fraude, utilizando un esquema de pagos circulares, similar a Ponzi, donde utilizaban el dinero de los nuevos inversores para pagar a los antiguos. Comenzaron por mentir acerca de la demanda del producto, inflaron la cantidad de unidades producidas, hasta que finalmente dejaron de producirlas por completo y se limitaron a engañar mediante declaraciones financieras falsas y contratos de arrendamientos falsos, vendiendo unidades que ni siquiera existían.
El Gobierno ha incautado los bienes de Carpoff y de su esposa, entre los que figuran una colección de vehículos de lujo, un equipo de béisbol profesional de ligas menores y el patrocinio de un auto de carreras de NASCAR. También habían comprado joyas; bienes raíces de lujo en California, Nevada, el Caribe, México y otros lugares; un servicio de jet privado por suscripción; y una suite en un estadio de fútbol profesional. Solo con la subasta de los autos se ha recuperado la suma de 8.223 millones de dólares, y se considera que los inversores fueron estafados por un total de 1.000 millones de dólares.
Al igual que otros implicados en el fraude que han declarado su culpabilidad, la esposa del empresario, Paulette Carpoff, de 47 años, también se declaró culpable de conspiración para cometer un delito contra Estados Unidos y lavado de dinero. La vista en la que se conocerá su sentencia tendrá lugar el 16 de noviembre de este año.
“Jeff Carpoff orquestó el plan de fraude criminal más grande en la historia del Distrito Este de California”, dijo el fiscal federal interino, Phillip A. Talbert. “Afirmó ser un innovador en energías alternativas, pero, en realidad, solo estaba robando dinero a los inversores y cargando al contribuyente estadounidense con cientos de millones en créditos fiscales”.