El programa de trasplantes está suspendido desde junio de 2017, luego de que le fuera quitada la competencia a la Organización Nacional de Trasplante de Venezuela (Ontv) en 2014
Según la directora de la ONG Prepara Familia, existe una población de 250 niños, niñas y adolescentes que pudieran estar en riesgo ante la paralización del programa de trasplantes
Gineth Gil lleva en sus brazos un oso azul de peluche y un cartel que dice «Reactiven los trasplantes». Está. Hace apenas seis días que su hija Jeannys Herrera, de 9 años, falleció en el servicio de nefrología del hospital J.M. de los Ríos a la espera de un trasplante de riñón que nunca llegó.
«Pido que se pongan las manos en el corazón y reactiven los trasplantes. Pido calidad de vida para los niños que quedan, ya que mi hija no tuvo el sueño de ser trasplantada», dijo en la entrada del principal centro pediátrico del país durante una protesta de madres, familiares y pacientes que requieren trasplantes de órganos y exigían una respuesta en la reactivación del servicio.
La niña era paciente nefrótica desde hace cinco años y desde el pasado mayo su madre había estado denunciando la situación crítica de su hija porque el hospital no le suministraba los medicamentos que ella necesitaba.
Nuestra compañera @ValeriaPedicini se encuentra en las inmediaciones del centro médico haciendo una cobertura en vivo de dicha protesta. pic.twitter.com/6ugLKn1M3T
— Runrunes (@RunRunesWeb) August 17, 2021
«No es fácil perder a un hijo. No es fácil llegar aquí y ver el sitio donde duró dos meses hospitalizada». Contó que en ese tiempo vio cómo a su hija le inyectaban varias veces con la misma inyectadora por la falta de insumos que hay en el hospital. Asimismo, Gineth denunció que este martes 17 de agosto le fue negada la entrada al hospital porque su hija había fallecido.
Pero a ella no fue la única a la que le impidieron el acceso. «Iba a entrar y me dijeron que no podía, porque mi hijo ya se murió», dijo Vicky Fernández, madre de Andrés Fernández, paciente renal crónico que pasó 14 años en diálisis y murió hace dos años a la espera de poder trasplantar.
«¿Cómo ella (Mercedes Valera, actual directora del hospital) nos va a prohibir la entrada al J.M. de los Ríos siendo un hospital público?», dijo.
Años de espera y sufrimiento
Según datos de la organización Prepara Familia, en lo que va de año han muerto 12 niños, niñas y adolescentes del J.M de los Ríos que esperaban un trasplante.
Tan solo en el mes de agosto, han ocurrido tres decesos: el 10 murió Winder Rangel de 11 años, el 11 de agosto falleció Jeannys Herrera de 9 años y Niurka Camacho de 15 años. El 30 de junio, Niurka Camacho había encabezado una audiencia pública ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) en representación de los pacientes renales, en la que pidió mejores condiciones para el hospital de niños y exigió la reactivación de los trasplantes. Falleció sin ver que sus peticiones fueran escuchadas.
El programa de trasplantes está suspendido desde junio de 2017, luego de que le fuera quitada la competencia a la Organización Nacional de Trasplante de Venezuela (Ontv) en 2014 y fuera pasada a Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Fundavene), adscrita al Ministerio de Salud.
Katherine Martinez, directora de Prepara Familia, ofrece declaraciones: pic.twitter.com/1kCMVMLmM8
— Runrunes (@RunRunesWeb) August 17, 2021
Los pacientes del servicio de Nefrología fueron los primeros en tener medidas cautelares de la Cidh desde febrero de 2018, en las que se exhorta al Estado venezolano a garantizarles el derecho a la salud, a proporcionarles el tratamiento adecuado y cumplir los procesos de diálisis y trasplantes. Hasta ahora, nada ha pasado: el Gobierno no ha dado respuestas y siguen muriendo pacientes.
Katherine Martínez, directora de Prepara Familia, se encontraba acompañando a las madres del J.M. de los Ríos a pedir mejores condiciones para los pacientes del centro pediátrico. «Nosotros estamos aquí para pedirle al Gobierno que haga su trabajo, que garantice el derecho a la vida de los pacientes, que reactiven los trasplantes”. Detalló que existe una población de 250 niños, niñas y adolescentes que pudieran estar en riesgo ante la paralización del programa de trasplantes.
Para la defensora de derechos humanos, la reactivación del programa debe venir acompañada de medidas que garanticen la vida, la salud y la dignidad de los pacientes.
Mientras madres y pacientes manifestaban, un autobús perteneciente a los trabajadores del hospital se lanzó sobre los presentes, en lo que parecía un intento por interrumpir la protesta. «Estamos aquí concentradas, varias madres exponiendo lo que les pasaba, cuando el transporte de los empleados, que normalmente se estaciona afuera en la calle, no en la acera, se subió y nos emboscó, eso es una vulneración más a la grave situaciones que viven los niños», expresó Martínez.