El balance del año que termina es muy negativo, como resulta siempre en los países que se empeñan en desconocer los fundamentos de la separación de poderes republicanos, los derechos naturales de las personas y el funcionamiento de los mercados libres.
Culmina el 2021 como el octavo año de decrecimiento económico consecutivo, con una caída del 5% de PIB respecto al año 2020, según cálculos del Fondo Monetario Internacional. El PIB de 2021 es apenas el 25% del PIB del año 2013, año en que Maduro asumió el poder. Esa destrucción económica tan intensa es récord para el país y para el mundo.
El irresponsable manejo de la política monetaria ha causado hiperinflación en el país desde 2017. En octubre de 2021 entró en vigencia una reconversión monetaria, con la creación del bolívar digital, consistente en la eliminación de seis (6) ceros al cono monetario del bolívar soberano. Las consecuencias en la pérdida del poder de compra del salario, la reducción del empleo y el incremento de la informalidad laboral han sido desvastadores.
El año 2021 estuvo marcado por una crisis de movilidad (crisis de combustible y las medidas preventivas contra la Covid-19) que se sumaron al manejo socialista de la economía del país, agravando las consecuencias en los hogares más pobres. Según la encuesta Encovi 2021, la pobreza de ingresos alcanzó al 94,5% de la población y la pobreza extrema, esa que supone la incapacidad para comprar los alimentos básicos, alcanzó al 76,6% de los hogares, un incremento de 8,9 puntos porcentuales respecto a la encuesta Encovi 2019-2020.
Ahora somos menos población por efecto de la migración. Casi cinco millones de venezolanos se han ido del país, la gran parte, en edades activas, buscando las oportunidades para progresar que el socialismo les ha negado. A pesar de los efectos mundiales por la pandemia, sólo el 5% ha retornado temporalmente al país.
Toda moneda tiene dos caras
Si bien los indicadores sociales y económicos del país continuaron deteriorándose, también en el 2021 se alcanzó, por parte de la comunidad internacional, una mayor comprensión de la situación venezolana.
El 3 de noviembre La Corte Penal Internacional anunció que investigará formalmente al régimen de Maduro sobre la posible comisión de crímenes de lesa humanidad en Venezuela. La decisión representa un paso histórico para Venezuela y el continente, al tratarse de la primera investigación de la CPI en América Latina.
Esta decisión da esperanza a las víctimas de los graves crímenes que han ocurrido en Venezuela y que llevan años luchando por que se haga justicia. La apertura de una investigación por parte de la Fiscalía de la CPI brinda la posibilidad de que se lleve a cabo un estudio imparcial e independiente en los casos de crímenes de lesa humanidad, que hasta ahora, ha estado fuera del alcance de la mayoría de las personas afectadas por estos delitos.
También la nación venezolana ha aprendido. Las elecciones legislativas de diciembre de 2020 como las regionales de noviembre de 2021 resultaron desiertas, alcanzando la abstención sobre el 75% en ambos eventos. Es clara la demanda popular por elecciones libres, justas y competitivas. Tanto EEUU, como la UE y la OEA no reconocieron los resultados de esos eventos por considerarlos fraudulentos y no competitivos.
No nos callamos…
En este año que se va continuaron los ataques a la libertad de expresión en Venezuela. “Las campañas de estigmatización, hostigamientos y operativos contra medios de comunicación en Venezuela constituyen una arremetida contra la libertad de expresión e información e impiden darle visibilidad a las presuntas violaciones de derechos humanos” dice el más reciente informe de la ONG Redes Ayuda.
En la Calificación Mundial de la Libertad de Prensa 2021 de Reporteros sin Fronteras, Venezuela continuó retrocediendo, ocupando el puesto 148 de 180 países analizados. “Desde 2018, muchos periodistas venezolanos se han visto obligados a abandonar el país para huir de las amenazas y preservar su integridad física. La mayoría de los periódicos impresos de la oposición no ha podido resistir estas presiones, mientras que, por su parte, los medios digitales se ven enfrentados a continuos ataques informáticos, lo que hace que su labor de información sea cada vez más compleja y costosa” dice RSF
Los signos de la esperanza
Hay claros indicios que permiten mirar el tiempo por venir con esperanza. El régimen está peor que el país. Las crecientes contradicciones en su seno sumadas a la corrupción y a la ineficiencia probada, fortalecen la voluntad de cambio que se apodera de todos los sectores y de no pocos que hasta hace poco estuvieron al lado del régimen. Hay en formación una dinámica social hacia la refundación integral de la República y de la alternancia democrática en el poder
Esa dinámica parece confirmar la famosa frase del filósofo alemán Friedrich Nietzsche: “lo que no me mata me hace más fuerte”. El anhelo venezolano de libertad, justicia y prosperidad ha demostrado ser persistente y resistente al tiempo. Que el éxito a largo plazo lo tienen los que no dejan de intentarlo. Y esos anhelos florecen en el suelo abonado con la verdad. Porque la verdad y el lenguaje recto son los mayores enemigos de las tiranías
Por ello ratificamos que la única línea editorial de lapatilla es la verdad.
Y es así como asumimos desde el principio de nuestra existencia, el 11 de junio de 2010, el complejo reto de informar verazmente.
Y con ese enfoque decimos ¡Bienvenido el año 2021! Que la verdad sea dicha
Nuestro agradecimiento especial a los patilleros: lectores, anunciantes y proveedores. Les deseamos un venturoso año 2022