La Academia Nacional de Medicina de Venezuela expresó el lunes su preocupación por el uso de la dosis cubana contra el coronavirus Abdala debido a la falta de investigación científica sobre su seguridad y eficacia.
Con información de Reuters
Traducción libre del inglés al castellano por lapatilla.com
El régimen de Cuba dijo el sábado que había exportado la vacuna de tres inyecciones por primera vez, enviando un envío inicial a Vietnam como parte de un contrato para suministrar cinco millones de dosis al país del sudeste asiático.
El chavismo de Nicolás Maduro se ha confiando hasta ahora en las vacunas rusa Sputnik V y china Sinopharm, y en los últimos meses recibió su primer envío de dosis a través del programa global COVAX.
“Las características de la vacuna Sputnik V se han publicado en revistas científicas y su calidad se ha verificado en ensayos clínicos independientes… (y) la vacuna Sinopharm ha sido aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, dijo la academia en una declaración.
“Abdala no ha sido aprobado por la OMS ni por ninguna agencia reguladora internacional”.
Venezuela recibió su primer lote de 30.000 dosis de Abdala en junio como parte de los ensayos clínicos, y el líder del régimen cubano Miguel Díaz-Canel dijo el domingo que se había enviado otro lote, sin confirmar cuántas vacunas se enviaron.
La academia “expresa su profunda preocupación de que un producto del que no existe información científica sobre seguridad y eficacia… se esté administrando a venezolanos”, agregó la academia.
Científicos cubanos han desarrollado tres dosis distintas de cosecha propia contra COVID-19, todas aún a la espera de recibir reconocimiento oficial tras una evaluación de la OMS, según las autoridades de la isla.
Maduro dijo, sin dar datos más precisos, que alrededor de 40% de los aproximadamente 28 millones de habitantes del país han sido vacunados y que esta cifra debería aumentar al 70% en octubre. Los médicos venezolanos han cuestionado la cifra.
Hasta el domingo, el país había reportado un total de 363,300 infecciones y 4.412 muertes desde el inicio de la pandemia.