Luego de cumplirse más de un mes del inicio de las protestas a escala nacional del gremio de docentes, en exigencia de mejoras salariales al régimen de Nicolás Maduro, las manifestaciones en calle no han cesado. Sin embargo, la dinámica ha ido cambiando y los profesores ahora dividen la semana entre la lucha en las calles y sus actividades dentro de las aulas de clase, debido a las amenazas por parte de superiores.
Corresponsalía lapatilla.com
En Mérida, los docentes dan clases dos o tres días a la semana. Cuando los dirigentes sindicales convocan a protestar, los padres y representantes no envían a sus hijos a las escuelas como medida de apoyo a los maestros. Mientras que Táchira, algunos planteles públicos han retomado las clases.
En el estado Zulia, esta semana optaron por hacer asambleas en las escuelas y dar clases dos veces por semana. Antes de que se empleara este método, los profesores enviaban las asignaciones por Whatsapp y los estudiantes asistían a los planteles una vez a la semana para entregarlas.
En el estado Bolívar, los profesionales de la educación acordaron la modalidad de un día de protesta y un día de clases.
En Sucre realizan protestas tres días de la semana y los otros dos días los dedican a hacer visitas en las comunidades y se reúnen con representantes de los alumnos. No se han retomado al 100% las actividades en aulas.
En Anzoátegui, los maestros denunciaron que han recibido amenazas por parte de supervisores, por lo que algunos, por temor a perder su empleo, decidieron retomar las clases en los planteles. Sin embargo, en otras escuelas, los profesionales asisten a sus puestos de trabajo solo a firmar asistencia o culminan las actividades a las 10 de la mañana.
En Nueva Esparta, se están realizando protestas dos veces por semana en los municipios, debido a que algunos docentes no podían asistir a las manifestaciones en Porlamar y La Asunción por falta de dinero para pagar el pasaje.
En algunos planteles de la Gran Valencia, los docentes dan clases dos o tres veces por semana. Dirigentes sindicales denunciaron que los directivos y supervisores estarían sancionando a los maestros que no cumplan el horario regular en las escuelas.
Por otra parte, en el Occidente de Carabobo, el llamado a clases por parte de directivos se mantiene en estos municipios, pero las aulas siguen desoladas. Hay grados en donde solo van cuatro niños por salón, lo que no le permite al docente dar un material nuevo por no estar la mayoría.
En la UE San Rafael de Bejuma, de la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC), la cual tiene modalidad de privada subvencionada por el gobierno, es donde los niños a partir de esta semana se han ido incorporando, debido a que en una asamblea se les informó a los representantes que el plantel corría el riesgo de quedar sin el beneficio que les da el Estado si las clases no reiniciaban.
En Barinas, la escuela Pedro Elías Gutiérrez, ubicada en Los Guasimitos, municipio Obispos, y la escuela Julían Pino, en Sabaneta, municipio Alberto Arvelo Torrealba, fueron las únicas reportadas con actividades educativas durante esta semana. Doranny García, directivo del Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema), refirió que el personal de 98% de las instituciones escolares, está sumado a las acciones de calle, ejerciendo sus derechos laborales en todos los municipios.
En el estado Apure, algunas escuelas retomaron las actividades al 100%. Los docentes han manifestado desánimo luego que migraron a los maestros estadales al Ministerio de Educación.
Desde el pasado 9 de enero, los docentes de distintas regiones del país se mantienen en protesta con tres exigencias principales al régimen de Maduro: Aumento salarial de acuerdo al artículo 91 de la Constitución, firma del contrato colectivo y que se honren las deudas de la anterior convención.
En marzo de 2022, Maduro fijó el salario mínimo en 130 bolívares, que para esa fecha equivalían a unos 30 dólares. Ahora, debido a la inflación, esa cifra se ha visto reducida a aproximadamente 5 dólares.
Según estimaciones del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación de Maestros (Cendas-FVM), la canasta alimentaria en diciembre de 2022 se ubicó en 485,06 dólares, el equivalente a 63,24 salarios mínimos para ese mes.