Las plantas desalinizadoras que se suponía iban a solventar el acceso al agua en el estado, se volvieron sal y agua.
La que está ubicada frente al Cicpc, en La Guaira, mantiene sus puertas cerradas desde hace un año y los vecinos aseguran que nunca benefició a las comunidades.
«Fue inaugurada hace tres años pero nunca abasteció a los sectores aledaños, ya que solo sirvió para llenar cisternas», indicaron los habitantes de El Cardonal.
A la planta se la está comiendo el óxido y el salitre, mientras los habitantes suman dos meses sin recibir agua por tubería.
La de Punta Gorda fue recuperada
La desalinizadora de Punta Gorda tenía dos años paralizada debido a que Pdvsa asumió una deuda con la empresa operadora, pero como no llegaron a un acuerdo del pago la cerraron.
Y fue en marzo del presente año cuando el Consejo Comunal José María Vargas, en conjunto con la Mesa Técnica de Agua, tomaron las riendas de recuperarla.
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