Lapatilla
La Zona Industrial de Valencia continúa deprimida. Casi una década lleva paralizado el parque industrial más importante de Venezuela.
Por Corresponsalía lapatilla.com
Antes de la llegada del socialismo del siglo XXI, habían activas unas 6.000 empresas. Actualmente, 5.400 están cerradas y las 600 que aún sobreviven trabajan solo a 20 % de su capacidad instalada.
De acuerdo al secretario general de la Federación de Trabajadores de Carabobo (Fetracarabobo), Jhonny Magdaleno, la debacle inició en 2014, cuando se dieron los primeros signos de la crisis económica: el sector automotriz alertaba un bajón en el ensamblaje de vehículos.
Para Magdaleno, el sector automotriz era un núcleo económico importante para la Zona industrial de Valencia, pues alrededor de ella giraban las empresas de autopartes y también hacía crecer las industrias de alimentos y farmacéuticas.
Con la paralización de Ford, General Motors y la FCA (antigua Chrysler de Venezuela), se iban sumiendo en el mismo paradero a las empresas productoras de cauchos, repuestos y pintura.
“Ford Motor es un cementerio, actualmente mantiene empleados solo en el área de repuestos. La industria automotriz era tan pujante que traía mano de obra importada”, sostuvo Magdaleno.
Sector automotriz sepultado
Las declaraciones del secretario general de Fetracarabobo surgieron durante un recorrido por la Zona Industrial de Valencia.
Magdaleno estuvo acompañado por Oswaldo Pirona, exsecretario del sindicato de General Motors, y Francisco Damelio, exsecretario del Sindicato de Ford Motor.
Pirona, quien dedicó 42 años de su vida a trabajar en esa ensambladora, recordó con tristeza los años de bonanza, cuando los trabajadores alcanzaron sus mejores niveles salariales, aunado a paquetes de beneficios.
“Da lástima cómo se encuentran las instalaciones de General Motors cuando en el año 1968 comenzó una producción de entre 200 y 300 unidades diarias, llegamos a ser 2.800 trabajadores, en tres turnos, y hoy da lástima que no se produzca nada. Lo que quedó fue desolación y miseria. Esta cantidad de mano trabajadora se mantuvo hasta 2014. Fueron despidiendo trabajadores hasta quedarse con 800, que fueron liquidados a través de una llamada telefónica. Yo estuve al frente del sindicato hasta 2009, y luego la gente que nos sustituyó hizo desastres”, sostuvo Oswaldo Pirona.
El 20 de abril de 2017, General Motors de Venezuela emitió un comunicado para informar que la empresa decidió cesar operaciones en el país, tras la confiscación de sus activos por parte de la administración de Nicolás Maduro.
Esta empresa se estableció en Venezuela en 1948 y al momento de su cierre contaba con una red de distribución de 79 concesionarios a escala nacional.
La compañía había dejado de ensamblar vehículos en el año 2015 ante la imposibilidad de adquirir divisas para la compra de insumos.
Por su parte, Francisco Damelio, exsecretario del Sindicato de Ford Motor, manifestó que la caída que ha estado sufriendo el sector, se debe a políticas públicas erradas que deben revertirse para reactivar la industria.
Señaló que cuando Ford cesó sus actividades, aproximadamente 1.400 trabajadores quedaron en la calle.
“No hay ningún signo de reactivación. No hay manera, pues, de que ningún inversionista venga, porque es un riesgo. No puede haber una reactivación, si no hay una política de cambio económica”, sostuvo.
Representantes sindicales de Ford Motors de Venezuela aseguraron en julio de 2018 que solo iban a ensamblar 206 vehículos del modelo Eco Sport ese año.
La empresa tenía una capacidad de producción de 35.000 unidades al año. La última vez que Ford se acercó y superó esa cifra fue en 2006 cuando ensamblaron 35.876 vehículos.
Menos demagogia y más acciones
Para el secretario general de Fetracarabobo, Jhonny Magdaleno, la reactivación de la Zona Industrial de Valencia debe ser un punto focal para la reactivación de la economía.
A su juicio, se debe dejar la habladuría de planes y ejecutar acciones concretas que vayan dando forma al renacimiento del sector industrial en la capital carabobeña.
“Basta de demagogias. Se necesita una reactivación desde el cambio político, sindical y gremial, para que los trabajadores tengan plazas de empleos disponibles para satisfacer sus necesidades. El presidente de la República estuvo diciendo que iba a reactivar la industria de cauchos, pero no es solo ese sector que necesita ser reactivado”, dijo.
Además, indicó que lo primordial es dar estabilidad jurídica a los empresarios para que vuelvan a confiar en el país y decidan reactivar sus empresas.
También hizo hincapié en que el salario del trabajador debe ir acorde con el costo de la canasta básica alimenticia y garantizar sus beneficios laborales.
“El salario de un trabajador hoy en día es de 130 bolívares, que no llegan ni a 5 dólares por mes. Los trabajadores están laborando sin garantías de beneficios contractuales porque no son sumados a sus salarios. Antes, un trabajador con el pago de sus vacaciones podía amoblar sus casas; hoy en día no puede comprar ni un ventilador”, sentenció el secretario general de Fetracarabobo.
Reactivar la economía
El pasado 20 de junio, la nueva presidenta de Fedecámaras Carabobo, Ana Isabel Taboada, señaló que desean volver a convertir al estado Carabobo en el motor económico de Venezuela.
Por eso aseguró que están dispuestos a reunirse con representantes de distintos gremios y con cualquier vocero, con el objetivo de llegar a acuerdos que beneficien al sector empresarial y productivo.
Taboada agregó que este año esperan concretar las exportaciones agrícolas, a través del trabajo del Bloque Económico Centro Occidental, que involucra empresas de los estados Falcón, Lara, Portuguesa, Yaracuy, Cojedes, Aragua y Carabobo.
Indicó que desde hace dos años están realizando mesas de trabajo relacionadas a este tema.