Esperaron la madrugada para irrumpir de manera violenta en una urbanización donde habitaban los trabajadores petroleros con sus hijos, padres y abuelos. Decenas de guardias nacionales, policías del estado Falcón y civiles armados interrumpieron el sueño de los residentes al lanzar bombas lacrimógenas, gritar y golpear sus escudos protectores.
Una de las escenas, captada por imágenes de un canal de televisión, mostraban niños y ancianos vestidos con sus pijamas corriendo en medio del caos. Sus rostros mostraban temor y sin entender mucho lo qué pasaba. Aunque horas después se dieron cuenta de que debían abandonar la casa donde vivían tras la violencia gubernamental que precedió luego del paro petrolero de hace 20 años.
La urbanización Los Semerucos ubicada en Falcón muy cerca del Centro de Refinación Paraguaná (CRP) fue el escenario de las últimas violaciones a los derechos de los trabajadores de Petróleo de Venezuela (Pdvsa) en 2002-2003. Unos 150 trabajadores petroleros fueron desalojados de estas residencias, y otras cientos de medidas similares en otras urbanizaciones, las cuales fueron construidas desde que en Venezuela operó la empresa norteamericana Shell.
Entre las 3:00 y 4:00 de la mañana del 25 de septiembre de 2003 llegó un contingente de la Guardia Nacional acompañado de integrantes de los llamados círculos bolivarianos creados por el entonces Hugo Chávez, que llevaban la orden expresa de desalojar a los despedidos de Pdvsa involucrados en la huelga.
“Ya nos habían amenazado varias veces con ingresar a la urbanización y los vecinos hacíamos guardia en las entradas de Los Semerucos en distintos horarios para estar pendiente. En el momento en el que estaba haciendo la vigilia, los guardias nacionales entraron y lanzaron bombas lacrimógenas”, este es el comienzo del testimonio de Adela Cobis, supervisor de aseguramiento de la calidad en la planta de mezcla y envasado de lubricantes de Pdvsa en ese entonces y uno de los cientos de trabajadores que fueron desalojados a la fuerza de esta y otras urbanizaciones.
“Como pudimos nos metimos en la primera casa que nos dio albergue y luego comenzaron a decirnos que sacáramos a los hombres, porque sino nos iban a lanzar granadas. En ese momento nos encontrábamos solo mujeres y varios niños. Luego partieron los vidrios de la casa y lanzaron hacia dentro las bombas lacrimógenas”, agregó.
Esa noche, las autoridades militares y policiales lograron desalojar de su vivienda a Haydee Irausquín, gerente de Pdvsa, quien ya había sido despedida. La única forma que ellos tenían para hacer los desalojos era entrar a la fuerza y tomar la urbanización.
Los despidos se hicieron por escalafón, primero a los gerentes, luego a los subgerentes, y al resto de los trabajadores de la nómina media. Tomar las entradas de la urbanización y del campo petrolero para ejecutar los desalojos a medida que los trabajadores eran despedidos, era el objetivo de los funcionarios militares.
Un día como hoy, 7 de abril, el entonces presidente Hugo Chávez despidió durante su programa 101 de «Aló, Presidente» a varios altos directivos de la petrolera estatal: incluida una mujer embarazada.
“Vamos a tomar todas las acciones para los que estamos facultados por la Constitución y las leyes (…) esa gente no da muestra de que haya recapacitado y ahora esa élite de Pdvsa han comenzado a pasar la línea. Anuncio la destitución de las siguientes personas. ¡Pa´fuera! muchas gracias, está usted despedido, muchas gracias por sus servicios. Y esto continúa. No tengo ningún problema de rasparlos a toditos si es necesario. ¡Off side!”, dijo mientras sonaba un pito.