La presidenta peruana, Dina Boluarte, aseguró este lunes que la banda criminal internacional Tren de Aragua está “prácticamente desbaratada” en Perú gracias a las labores del Ministerio del Interior y la Policía Nacional.
“También le estamos dando guerra (a la delincuencia), ustedes han visto estos días cuantos delincuentes han capturado el ministro del Interior y nuestra Policía. Prácticamente está desbaratado el Tren de Aragua”, dijo Boluarte en la inauguración de un Instituto de Salud Mental de Lima.
A continuación, la presidenta indicó que espera que la Fiscalía y el Poder Judicial “no los suelten (a los delincuentes), porque cuando los sueltan salen más empoderados y matan inmediatamente”.
La banda criminal Tren de Aragua, nacida en la prisión venezolana de Tocorón, se ha extendido por Colombia, Perú, Bolivia y Chile, donde las autoridades la acusan de cometer numerosos delitos como narcotráfico, extorsión, secuestros y homicidios.
Precisamente hace una semana, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para clasificar como organizaciones terroristas a los carteles mexicanos, a la pandilla salvadoreña MS-13 y al Tren de Aragua, algunos de cuyos integrantes han sido vinculados con delitos de sicariato y extorsión en Perú.
Boluarte se refirió a que en Perú hay inseguridad ciudadana, pero que este no es un tema netamente del país, sino que es internacional, y que por eso se reunieron el año pasado los estados miembros de la Comunidad Andina (CAN) para ver de qué manera articulada enfrentan el problema.
El primer ministro ratificó la semana pasada que Perú vive “una ola de criminalidad que no se había visto antes”, tal como había asegurado el ministro del Interior, días antes de que se produjera un atentado contra la sede fiscal de la ciudad de Trujillo, que dejó dos heridos.
A su vez, el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, anunció el viernes pasado que el Parlamento impulsará el debate de un proyecto de ley, propuesto por el Ejecutivo, que califica algunos tipos penales relacionados con la delincuencia común como “terrorismo urbano”, “ante la grave crisis de inseguridad” que afecta a Perú.
El Gobierno de Boluarte presentó en octubre anterior ese proyecto de ley que busca calificar como “terrorismo urbano” los delitos de extorsión, secuestro y sicariato, en respuesta a la ola de criminalidad denunciada por transportistas y gremios empresariales, entre otros sectores productivos.