La Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Venezuela ha reanudado parcialmente sus actividades, después de que en febrero éstas fueran suspendidas por orden de las autoridades chavistas, y está haciendo todos los esfuerzos de su parte para “volver por completo”, indicó este lunes el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk.
“Esperamos poder hacer (en Venezuela) cosas que ya hacíamos en el pasado, como visitar prisiones, hacer monitoreo de juicios y comentarios sobre la legislación”, subrayó en la rueda de prensa que celebra anualmente en vísperas del Día Internacional de los Derechos Humanos (10 de diciembre).
Pese a la suspensión, que implicó la expulsión de Venezuela de los trabajadores que operaban para esta entidad, la Oficina para los Derechos Humanos “ha podido permanecer en contacto con las autoridades gubernamentales y con los defensores de derechos humanos, la sociedad civil y miembros de la oposición”, señaló Türk.
Sobre las denuncias de persecución a líderes políticos y de la sociedad civil, que habría aumentado después de las elecciones presidenciales de agosto, el alto comisionado pidió “la liberación de todos los detenidos arbitrariamente”.
“Ha habido algunas liberaciones, pero queremos que haya más, es absolutamente crucial, y también esperamos que haya un enfoque renovado en unir a los diferentes actores políticos para forjar un futuro para el país”, concluyó.
Las actividades suspendidas en febrero habían arrancado en Venezuela en 2019, cuando la alta comisionada de derechos humanos era la chilena Michelle Bachelet.
Su labor principal es de asesoramiento técnico, brindando por ejemplo apoyo para la implementación efectiva de las recomendaciones que figuran en los informes que el alto comisionado presenta al Consejo de los Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Türk visitó Venezuela en enero de 2023 y entonces se acordó que la oficina operaría durante dos años más. EFE