«No está funcionando a toda su capacidad la planta de tratamiento del matadero municipal de Ciudad Bolívar. Esta deficiencia representa un grave peligro para las comunidades aledañas y para el medio ambiente, pues las aguas son lanzadas al río Cañafístola sin el debido tratamiento completo».
La información la dio a conocer a modo de denuncia William Velásquez, concejal presidente de la Comisión de Alimentación de la cámara municipal de Angostura del Orinoco.
Velázquez realizó una inspección al matadero de Ciudad Bolívar para constatar su funcionamiento y la buena prestación del servicio que le corresponde a esta dependencia en la que se sacrifican los animales cuya carne se consume en la capital guayanesa.
En este sentido, destacó que el principal problema que encontró y que debe ser solucionado es la deficiencia del funcionamiento del tratamiento.
«Nos encontramos con que la planta de tratamiento no está trabajando a un 100%. Creemos que está activada en un 30% de su capacidad y eso es muy grave», declaró el dirigente opositor y concejal.
«Las aguas servidas del matadero municipal sin el tratamiento adecuado son lanzadas al río Cañafístola y eso afecta muchísimo a los vecinos de las comunidades aledañas, no solo por los malos olores que emanan, sino porque esto hace que los zamuros pululen en la zona debido a que restos de sangre de los animales sacrificados van en esas aguas servidas al cauce del río. Esto también significa un severo daño al medio ambiente, al contaminar un curso de agua, afectando de esa manera todo un ecosistema», añadió.
William Velásquez refirió que en general el matadero municipal, regentado por la empresa Sapiven, está funcionando dentro de los parámetros del buen servicio en cuanto al proceso de sacrificio de animales que son arrimados a esa planta.
«Realmente en todas las áreas están cumpliendo con las normas que rigen a las instalaciones de este tipo. Tienen allí los médicos veterinarios para certificar la buena salud de los animales que son traídos para ser beneficiados, también está el personal de la Guardia Nacional que verifica la legalidad de los permisos para el transporte y sacrificio de los animales. Hay personal calificado para el trabajo de matanza que allí se desarrolla. El servicio se está prestando de manera satisfactoria», añadió.
Velásquez dijo que hace unos meses se presentó una situación de contradicción entre la municipalidad como responsable del servicio de matadero y los arrimadores que puso en peligro el suministro de carne para la ciudad.
«Esa situación fue superada. En ese momento actuamos responsablemente como concejales para zanjar las diferencias y respetar los intereses de las partes en conflicto y garantizar este importante suministro para nuestra población», afirmó.
Velásquez enfatizó que en línea generales el servicio que presta la empresa Sapiven a través del matadero municipal es bueno y cumple con las normas sanitarias y legales que regulan esa actividad, pero el tema de la planta de tratamiento debe ser resuelto con urgencia por ser un asunto sensible que afecta la comunidad y afecta al medio ambiente.
Para finalizar, remarcó que seguirá adelante con el trabajo de contraloría que le corresponde como concejal y como parte de su compromiso con la sociedad.
Nota de Prensa