VOA
Buena parte de la comunidad internacional cuestiona la validez de los resultados oficiales de las elecciones presidenciales de julio en Venezuela. El 10 de enero de 2025 es una fecha clave para el reconocimiento o desconocimiento de Nicolás Maduro como mandatario electo, subrayan analistas.
La comunidad internacional se ha dividido en tres grandes bloques ante los controvertidos resultados de la elección presidencial de Venezuela de julio pasado y a falta de poco más de dos meses para la juramentación del mandatario electo por los próximos seis años.
Lo común en política exterior es que los gobiernos del mundo expresen sin dilación su reconocimiento de los procesos electorales de otras naciones, feliciten al ganador y hagan votos por mantener una relación cordial.
Sin embargo, Venezuela ha sido una constante excepción a esa regla diplomática. Con la votación de julio, múltiples gobiernos del mundo ya han objetado hasta cuatro procesos electorales nacionales del país suramericano en los últimos siete años, alegando falta de transparencia y reflejo de valores democráticos y garantías.
El Consejo Nacional Electoral proclamó ganador a Maduro con 51,9 % de los votos, sin presentar datos pormenorizados de la elección en las distintas regiones y centros de sufragio, mientras la oposición asegura haber triunfado con casi 37 puntos de ventaja.
Decenas de países reconocieron prontamente la reelección del presidente Nicolás Maduro, otros tantos se negaron a aceptar esos resultados, dando por ganador a los opositores, y otro grupo espera evidencias de la votación para fijar postura.
Misión Verdad, un proyecto comunicacional propagandista del gobierno venezolano, resaltó en agosto que 53 países habían reconocido el triunfo electoral de Maduro y que ellos representaban 33 % de la superficie terrestre y el 42 % de la población mundial.
Entre esas naciones que celebraron la victoria de Maduro están Rusia, China, Irán, Turquía, Corea del Norte, Serbia, algunas del mundo árabe, varias de África y del Caribe, así como los cuestionados gobiernos de Cuba, Nicaragua y Honduras.
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