«Donde vivíamos mataban a mucha gente, por eso venimos de allí. Tenían amenazada a mi mami», relató Samuel, un niño hondureño, desde el albergue para migrantes en Reynosa (México), en la frontera con Estados Unidos, con el propósito de alcanzar un futuro mejor.
El testimonio forma parte del documental animado «Somos Pajaritos», que estrenó en 2023 Médicos Sin Fronteras y el estudio creativo ¡Hola! Combo para transmitir cómo es la vida del migrante desde la mirada de siete niños de entre los 6 y 9 años, en un trabajo que intenta visibilizar sin revictimizar a sus protagonistas.
En una entrevista con EFE en Tenerife, con motivo de los Premios Quirino, que se otorgan en esta isla canaria (Atlántico) a las mejores películas de animación del año en Iberoamérica, la directora del filme y el gestor comunicativo de MSF México, Gabriela Badillo y Esteban Montaño, recuerdan la historia y el proceso de confección del proyecto.
La obra fue finalista del premio a Mejor Animación Iberoamericana por Encargo y, aunque no logró hacerse con el galardón, sus responsables remarcan el orgullo de haber intentado sanar y despertar ilusiones en Luis, Valeria, Samuel, Nahomy, Pedro… y hasta un total de 20 pequeños.
«Este esfuerzo no ha sido nada, pero cuando lleguemos (a EEUU) sí puede ser algo», prosigue Pedro, de Guatemala, en el documental animado, que recuerda las ausencias y obstáculos por los que pasó su familia desde una madurez que ha sido trabajada con experiencias.
Poner el foco en los niños
Badillo explica que los procesos migratorios «casi siempre» se abordan con adultos y sus historias, y por eso «Somos Pajaritos» busca huir de esa realidad para poner el foco en los niños, desde el máximo respeto a sus emociones y el consentimiento de sus progenitores.
El equipo de rodaje y producción realizó talleres y lecturas infantiles para promover la diversión y entretenimiento de los menores durante cuatro días.
«Los niños lo veían con la emoción de tener un espacio lúdico y durante esas jornadas se les ofreció un tiempo y lugar en el que podían pintar, leer, cantar… A través de todas estas actividades, compartían de forma espontánea sus experiencias migratorias”, revela Montaño, de MSF.
La pieza audiovisual no muestra las identidades de los menores, solo sus voces, y lo consigue a través de un hilo de dibujos que simbolizan las vivencias que han tenido, sus ilusiones e incertidumbres bajo los trazos animados del lápiz.
Solidaridad y resistencia
Pese a esta realidad, el documental no busca anclarse en la tristeza sino sumergirse en la solidaridad y resistencia que muestran los niños: «Queríamos un balance entre la crudeza de la realidad y esa chispa que tienen adentro para resistir», comenta Esteban Montaño.
Por su parte, Gabriela Badillo resalta que el documental también pretende cambiar la narrativa sobre la migración en sí porque, afirma, «ser migrante ha estado muy estigmatizado», por lo que defiende que el acto de emigrar no sólo es que sea lícito, sino también natural.
‘Somos Pajaritos’ recibe ese nombre porque su fin es trascender lo que se manifiesta en la frontera bajo la metáfora que aportan las aves migratorias que, «pequeñas y muy fuertes», como los niños y sus padres, se mueven por instinto para garantizar su subsistencia.
¿Y por qué focalizarse en la población infantil y migrante? La respuesta es clara para Médicos Sin Fronteras: A principios de 2023, 111.505 personas migrantes fueron detenidas en situación irregular en territorio mexicano y 34.489 de ellos eran menores.
«Los niños y adolescentes conforman una población cada vez más presente en flujos migratorios y, por sus vulnerabilidades ante las hostilidades que viven por el camino, tienden a sufrir mayores impactos en su salud física y mental», responde Montaño.
Ante la actual situación migratoria en general que transcurre en Latinoamérica, Esteban Montaño, de MSF, pide «cambios políticos» que pasen por establecer vías «seguras y dignas» para esta población que busca bienestar y seguridad.
«Migrar es un derecho humano, consagrado en el derecho internacional», subraya.