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Funciona con precisión la puerta giratoria que el régimen venezolano aplica con los presos políticos militares, a quienes mantiene como piezas de canje o de comodín cuando necesita conseguir presiones a su favor. Lo demuestra el inamovible número de más de un centenar de militares, entre activos y retirados, desde generales hasta cabo, que están encarcelados. Entre diciembre 2022 y diciembre 2023, el número ha variado mínimamente de 105 a 103, aun cuando varios castrenses salieron en libertad o con medidas de arresto domiciliario o de presentación; unos salen, otros entran.
Por Sebastiana Barráez / Infobae
Cuando el Acuerdo de Barbados se firmó el 17 de octubre 2023, entre el Gobierno venezolano y un sector de la oposición. Los acuerdos contemplaron aspectos económicos y elecciones presidenciales para el 2024. Al día siguiente, EEUU dijo que levantaría temporalmente una serie de sanciones autorizando para que Venezuela realice transacciones petroleras, gasíferas y auríferas.
El acto más efectista del régimen venezolano fue la liberación de cuatro presos políticos, aunque el negociador de la Oposición, Gerardo Blyde, mencionó a un quinto que no era preso político. Desde ese día los civiles y militares, presos por causas políticas, reavivaron sus esperanzas de salir en libertad; se han hecho listas, se mencionan promesas, pero el régimen venezolano no libera presos a menos que necesite los comodines de la propaganda.
De los 103 presos políticos militares por disentir del régimen venezolano o simplemente por ser delatado o caer bajo sospecha, uno pertenece a la Armada, uno a la Milicia, 9 a la Aviación, 32 al Ejército y 60 a la Guardia Nacional.
El General de Brigada retirado de la Aviación Eduardo Caldera, quien va haciendo depuración de la lista “No los olvidamos”, señala que de los 103, el 42% está en proceso de juicio, con sentencias comprendidas de cinco a 30 años de prisión.
La Guardia Nacional es la que tiene el mayor número de oficiales y tropa profesional detenidos y la Armada solo con un oficial detenido. “Exhortamos a los que hoy detentan el poder para que a la mayor brevedad posible sean liberados por un mecanismo contemplado en nuestra Constitución. En una verdadera democracia no hay presos políticos”, dice Caldera.
Por la Armada solo está el Teniente de Navío Rigoberto Pinzón Valencia, detenido por la Operación Libertad, el caso donde el 30 de abril 2019 un grupo de comandantes, con gran cantidad de subalternos, se instalaron en el distribuidor Altamira para reconocer a Juan Gerardo Guaidó Márquez como presidente interino; finalmente esa Operación solo sirvió para que el jefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), General Ricardo Cristopher Figuera, dejara en libertad a Leopoldo Eduardo López Mendoza, quien cumplía casa por cárcel.
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