(EFE).- El Gobierno de Venezuela aseguró este jueves que el presidente guyanés, Irfaan Ali, ha ignorado “deliberadamente” los “múltiples llamados” del mandatario Nicolás Maduro a “establecer un diálogo diplomático directo” para la resolución de la disputa por el Esequibo, un territorio de casi 160.000 kilómetros cuadrados.
En un comunicado, el Ejecutivo aseguró que Ali, en cambio, “ha preferido escalar la situación, involucrando al Comando Sur de los Estados Unidos, lo que constituye una amenaza a la paz de la región, que debe ser detenida de inmediato”.
Venezuela “ha denunciado públicamente la conducta temeraria del Gobierno guyanés de otorgar licencias para la exploración y explotación de hidrocarburos en una amplia área marítima pendiente de delimitación”, lo que representa, según Caracas, una “violación del derecho internacional público”, contra lo que “se ejercerán las acciones políticas y diplomáticas necesarias”.
Reiteró que la “única vía para abordar” la disputa es el Acuerdo de Ginebra, firmado en 1966 entre “Venezuela y el Reino Unido de la Gran Bretaña, el cual señala que la solución debe ser acordada de manera práctica y mutuamente satisfactoria para las partes”.
Gobierno pidió al presidente guyanés asumir el diálogo
El Gobierno chavista exhortó el sábado al presidente guyanés a “desechar la carrera bélica”. Además le pidió asumir el “diálogo” para resolver esta controversia.
La Guayana Esequiba, rica en recursos naturales y minerales, ha sido el centro de una pugna entre las partes. Y se encuentra en un nuevo episodio de tensión, luego de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) se declarara competente para decidir al respecto, algo que Venezuela rechaza.
Guyana se basa en un laudo arbitral de 1899 que le adjudicó el territorio (entonces bajo el dominio del Reino Unido), una decisión contra la que el país petrolero protestó de inmediato, reclamo que, tras varias fases, se mantiene.
Venezuela se prepara para celebrar el 3 de diciembre un referendo consultivo. En el que los ciudadanos manifestarán si están de acuerdo o no con la creación de una región para anexionarse el Esequibo.
De momento, ninguna de las partes de la disputa ha planteado la opción de que sean los propios esequibanos, que rondan los 125.000, los que decidan sobre su pertenencia a uno u otro país, o elijan mantenerse como territorio independiente y soberano.