La guerra está golpeando con dureza a la infancia palestina, incluso a los menores desplazados y refugiados en hospitales y colegios de las organizaciones humanitarias.
Más de 3.000 niños y niñas palestinos han muerto por las bombas que el Ejército de Israel ha lanzado sobre la sitiada Franja de Gaza. Por ello y por las muertes de más civiles, las autoridades locales han acusado a Israel de crímenes de guerra ante la Corte Penal Internacional.
Otros 900 menores se encuentran desaparecidos bajo los escombros, según la ONU. Cuatro de cada cinco niños palestinos tienen síntomas de depresión, dolor y miedo, según Save The Children.
La escasa ayuda humanitaria que llega a cuentagotas al enclave no sirve para alimentar a toda la población gazatí atrapada, entretanto, Oxfam denunció que se está usando el hambre como «arma de guerra contra los civiles palestinos».
La guerra en el interior de Gaza continúa luego de tres semanas del conflicto y múltiples bombardeos. El ejército israelí ha anunciado este domingo, 29 de octubre, que ha un aumento de tropas desplegadas en Gaza.
Benjamin Netanyahu, actual primer ministro de Israel, afirmó ayer que había empezado la segunda fase de una «larga y dura guerra» con las incursiones terrestres, que comenzaron el pasado viernes 27 de octubre y se evidenciaron el sábado 28 de octubre con infantería, blindados y artillería.
Mientras tanto, el desespero de los civiles en Gaza es mayor y avanzan las labores para el ingreso de más ayuda humanitaria.
Con información de France24