Primero Justicia condena enérgicamente las órdenes de extradición emitidas contra Dinorah Figuera, Marianela Fernández y Auristela Vásquez, quienes son la presidenta, la primera vicepresidenta y la segunda vicepresidenta, respectivamente, de la legítima Asamblea Nacional de Venezuela.
Estas acciones representan un vil intento del régimen de Nicolás Maduro de amedrentar e intimidar a quienes se le oponen, constituyendo un flagrante abuso de poder. Este acto es un nuevo ejemplo de cómo el régimen desvía la atención de los problemas críticos que aquejan a nuestro país, como son la crisis económica, los bajos salarios, el colapso del sistema de salud y el empobrecimiento generalizado de nuestra población.
En lugar de abordar los problemas sociales y económicos que afectan a millones de venezolanos, el régimen opta por tácticas represivas y dedica recursos y esfuerzos a perseguir y acosar a figuras políticas opositoras. Este comportamiento evidencia que la judicialización de las persecuciones por razones políticas es una estrategia destinada a silenciar e intimidar.
La persecución, amenaza y exposición a las que han sido sometidas las mujeres políticas de Venezuela, y específicamente hoy las integrantes de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional de 2015, son actos que violan los Derechos Humanos. Se busca manchar el honor y la integridad de estas mujeres valiosas y destacadas mediante una matriz de desprestigio personal completamente falsa y graves acusaciones infundadas. Al respecto, vale la pena resaltar que Venezuela ha ratificado la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer de las Naciones Unidas, mejor conocida como CEDAW por sus siglas en inglés. Por lo tanto, tiene la obligación legal de erradicar todas las formas de discriminación contra la mujer en todos los ámbitos de la vida y no asumir una postura manifiestamente contraria a ello.
Desde Primero Justicia, queremos expresar nuestro reconocimiento y apoyo institucional a dichas dirigentes políticas. Levantamos las alarmas ante esta arremetida y manifestamos nuestra inquebrantable solidaridad humana con Dinorah Figuera, Marianela Fernández y Auristela Vásquez. Reafirmamos nuestro compromiso de luchar por la democracia, la justicia y la libertad en Venezuela. No descansaremos hasta que cada venezolano pueda vivir en un país donde la justicia, la equidad y la paz sean realidades tangibles y no meras palabras.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional y a las organizaciones de derechos humanos para que tomen en consideración y estén alerta ante estas acciones. Instamos a condenar enérgicamente estos actos y a tomar las medidas pertinentes para impedir que quienes perpetúan estos abusos de poder logren sus cometidos.