Los niños, niñas y adolescentes que forman parte del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela no dejan de sorprender gratamente a quienes logran disfrutar de sus ejecuciones musicales.
A la luz del II Congreso Mundial de El Sistema, evento que se realiza en Caracas desde el pasado 18 de septiembre, los invitados y ponentes internacionales, todos expertos en la materia, han sido llevados de visita a los denominados núcleos y módulos para que constaten la calidad musical y el alto nivel de formación que se ha logrado en Venezuela desde hace 48 años.
Sin duda alguna los honorables visitantes han quedado maravillados ante tanta entrega, pasión, disciplina y talento musical.
Un equipo de este portal de noticias, “Qué pasa en Venezuela”, tuvo el honor de cubrir la visita que expertos de Portugal, Argentina, República Dominicana y de la Organización de Naciones Unidas (ONU) realizaron al Núcleo de Mamporal, ubicado en Barlovento, estado Miranda, a 112 kilómetros de la ciudad capital.
La oportunidad fue propicia para constatar que en estos lugares opera una dinámica entre el Estado venezolano, los padres-representantes de los niños y la comunidad. Todos, al unísono, hacen posible que los infantes y jóvenes asistan diariamente a los ensayos y aprendan cada día a ser mejores ciudadanos, además de músicos de altísima calidad.
De comienzo a fin, fuimos maravillados
La visita fue recibida con la calidez humana que caracteriza a los barloventeños: una joven de la zona interpretó dos canciones llaneras recias. Minutos después, al ingresar al núcleo, un grupo de niños de 2 y 4 años nos sorprendieron con sus melodías.
Durante el recorrido se logró apreciar todos los niveles de los programas: inicial pre infantil, orquestal, coral y Alma Llanera. Este último, por cierto, implicó los cantos de sirena y el torque de tambor Mina, Curbata, Quitiplas y Culo e Puya.
La directora del núcleo, Joselvis Serrano, así como el resto de maestros, Leonardo Hurtado, Solmary Herrera y Yosmarli Retortillo, se esmeraron en explicar que los niños reciben entrenamiento de lunes a viernes, a las 3 de la tarde y que se trata de un proceso permanente de disciplina que se logra con un esfuerzo humano indescriptible.
No obstante, los invitados internacionales, tales como, Juan Carlos Maggiorian (Portugal), Flavio Di Lorenzo (República Dominicana), Jia Guo (Naciones Unidas), Lilian Giubetich (Argentina), Lilian Sánchez (Argentina) e Igor De Nadai (Brasil), se mostraban sorprendidos ante la extraordinaria organización y pasión que demuestran los integrantes de El Sistema.
“Son un ejemplo para el mundo”, decían visiblemente conmovidos y emocionados.
Módulos y núcleos
El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, una obra social y cultural del Estado Venezolano, creada por el Maestro José Antonio Abreu en 1975, actualmente cuenta con 443 núcleos y 1.704 módulos que atienden a un millón 012 mil 077 niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
Los módulos responden a una estructura que se suma a esta red para llegar a los pueblos más recónditos del país, a las zonas fronterizas, a comunidades, urbanizaciones y escuelas, con el propósito de que ninguna niña, niño, adolescente o joven venezolano quede excluido de la experiencia y disfrute que brinda la música.
En los núcleos el personal académico está conformado por 5.021 docentes, distribuidos en los 24 estados de Venezuela, conformando una compleja y sistemática red nacional de orquestas y coros juveniles e infantiles.
Se conoció que en esta oportunidad, a efectos de las visitas, fueron seleccionados 16 núcleos de los estados Miranda, Lara y Bolívar y el Distrito Capital (Montalbán, San Agustín, Los Chorros, 23 de Enero y La Rinconada), para que un total de 2.919 niños, niñas y adolescentes, con edades entre 2 y 14 años mostraran sus actitudes musicales.
Impacto social
Cabe destacar que mientras se realizaba la visita al referido municipio barloventeño, en Caracas, se discutía sobre el impacto social que El Sistema ha tenido entre sus participantes.
El mencionado encuentro llevó por nombre una cita del Maestro José Antonio Abreu: “La riqueza espiritual termina por vencer la pobreza material”.
En este sentido la representante de Acción por la Música, de España, María Guerrero, no solo compartió su propia historia sino que explicó cómo se logra unir a las personas, eliminar las diferencias sociales y ademas transformar la fibra humana.
Por su parte, José Ramón Espinoza, representante de Unicef para Venezuela, resaltó la capacidad que posee la institución de ser un aval de los derechos de los infantes a través de sus valores.
“Cada integrante de El Sistema ejemplifica la buena ciudadanía. Los niños también son ciudadanos y aquí es donde entendemos que el rol de El Sistema es ayudar a avanzar en los derechos y tiene que ver con esa transformación que se va logrando niño a niño”, precisó.