Lapatilla
El Tapón del Darién, zona fronteriza entre Colombia y Panamá, está enfrentando una de las crisis migratorias más complejas de la historia reciente de la humanidad.
Más de tres mil personas intentan diariamente cruzar una de las zonas más agrestes del planeta. Las filas de migrantes que atraviesan la selva se extienden a lo largo de dos kilómetros.
Por el llamado ‘río de la muerte’, aunque su nombre es río Turquesa, los migrantes cada día cruzan el Tapón del Darién buscando llegar a Estados Unidos. En ocasiones, hasta llevan bebés en brazos.
Dicen que las aguas del ‘río de la muerte’ arrastran a diario migrantes que no logran sobrevivir a su corriente. Los testimonios sobre estos riesgos son los que hoy hacen que migrantes como Simonei Álvarez piensen distinto de su aventura por esta inhóspita región en Colombia.
“Yo creo que antes de cruzar el Darién me hubiera gustado saber que no es tan fácil como la gente dice, es muy difícil, son muchas montañas y creo que debes estar dispuesto a morir o a vivir”, subraya Simonei Álvarez.
Para esos miles que buscan cruzar esta zona, la aventura empieza en el Urabá, donde esperan por los guías. Es tal la cantidad de migrantes que Médicos sin Fronteras estableció un punto de atención permanente en el lugar.
Por el pesado recorrido caminan unos tras otros, con bebés de brazos, dispuestos a enfrentar un peligro que desconocen.
“Me hubiera gustado saber que tenía que traer pastillas para purificar el agua, no tanta comida pesada, sino enlatados y galletas”, cuenta Julio César, migrante.
Pero lejos de generar temor, los peligros no alejan a los migrantes. El 25 de agosto de 2023, Carlos Fernando García, director de Migración Colombia, comentó que “el año pasado en noviembre estaban pasando entre 800 y 1.000 aproximadamente diarios, personas que salían de Necoclí rumbo a atravesar el Golfo de Urabá para llegar a pueblos, como Acandí, Capurganá y, posteriormente, atravesar las selvas del Darién, hoy en día en promedio son 3.000 personas diarias”.
No hay una guía o un decálogo que prepare a los migrantes. Por ahora, ellos siguen llegando a Necoclí, Turbo y Acandí con la única indicación de los rumores, pero con la ilusión de hacer realidad su sueño americano.
En el Tapón del Darién hoy suman otra preocupación: el posible cierre de la frontera con Panamá por la cantidad de migrantes que están cruzando la zona.