Esta semana de agosto comenzó y terminó con el cierre de la vía nacional, único acceso terrestre a la capital de Delta Amacuro.
Esta vez quienes protestaron fueron los habitantes de Coporito, Macareíto y Boca de Macareo, las tres localidades pertenecen a la parroquia Juan Millán.
Los vecinos que promovieron la protesta se levantaron esta vez más temprano y cerraron la vía a las 4:00 de la madrugada, a la altura del cementerio de Carapal.
Inmediatamente se formaron largas colas para salir, lo que ocasionó molestias entre quienes no alcanzaron pasar la barrera de los troncos de árboles.
Algunas de las razones de la protesta son las fluctuaciones eléctricas, la mala calidad de la vialidad y el hecho que el presidente de Hidrodelta les entregó una bomba dañada para resolver el problema del agua.
La información surgió de uno de los afectados por no poder acudir a una cita médica, el señor Hernán Fermín