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La Planta Sur para el tratamiento de aguas residuales, ubicada en el municipio San Francisco, estado Zulia, está totalmente desmantelada y devastada.
Corresponsalía lapatilla.com
Las lagunas de oxidación están paralizadas, prácticamente acabadas. Los vecinos de la zona se atreven a decir que están inoperativas desde hace unos 5 años.
Julio Montoya, director de Comunicación de Primero Justicia (PJ), denunció la canibalización de Planta Sur, una obra en la que se invirtieron alrededor de 2.400 millones de dólares para su puesta en marcha. Fue construido un río artificial para el proceso de tratamiento de las aguas negras.
Las aguas servidas de gran parte de los municipios Maracaibo y San Francisco eran tratados por esta planta. Montoya advirtió que en Zulia en cualquier momento puede estallar una crisis de salud pública, debido a que las doce plantas de tratamiento de la región occidental están paralizadas.
Las aguas servidas de parte de los estados Mérida, Trujillo, Zulia y la cuenca del Catatumbo de Colombia llegan al Lago de Maracaibo.
Así mismo, detalló que cuando no se tratan las aguas negras, se acaba con el agua potable. Destacó que corren riesgo los acuíferos de la parroquia El Bajo, en el municipio San Francisco.
“Si se perfora un pozo a tres kilómetros de la orilla del lago, el agua sale salada y contaminada de bacterias”, dijo.
El directivo de la tolda aurinegra detalló que millones de litros de cloacas sin ser tratadas llegan en la actualidad al Lago de Maracaibo.
“Hago un llamando a los poderes públicos para que se aboquen a solventar los problemas de las plantas de tratamiento que están en destruidas. Oímos al presidente decir que el lago lo van a rescatar. Hasta cuándo tanta hipocresía y engaño. Deben empezar por recuperar las plantas”, detalló.
Montoya explicó que tras varias reuniones con expertos en el tema ambiental, corroboró que la actual situación crítica del Lago de Maracaibo es consecuencia de las aguas residuales que llegan de manera directa, sin ser tratadas, al segundo reservorio de agua dulce más importante del mundo.
“Yo no sé en que momento el Gobierno decidió bajar el breaker. Dejar abandonada esta obra tan importante y, peor aún, permitir que la acabarán. El llamado es para que envíen a los organismos competente a presenciar lo que se vive acá. Es indolente permitir que las mafias acaben con grandes obras de desarrollo para el país”, señaló.
En un espacio de 64 hectáreas, donde funcionó la Planta de Tratamiento de Agua Servidas Sur, solo quedan algunas paredes, que están a punto de terminar de ser derribadas para extraerles las cabillas que soportan la estructura, y venderlas.
Montoya se preguntó: “¿Quién está detrás de todo este hecho delictivo a la nación? ¿Por qué no envían equipos a verificar y parar el saqueo que existe allí? ¿Cuál es el interés o la permisividad para que sigan destruyendo grandes obras que serán muy difícil recuperar?”.