Después del proceso fallido del pasado 26 de mayo, la Universidad Central de Venezuela (UCV) recibe este 9 de junio de nuevo a la comunidad universitaria, un padrón electoral que supera las 220.000 personas, quienes esperan finalmente poder participar en las elecciones que se llevarán a cabo este viernes 9 de junio para la renovación de 293 cargos, entre ellos las cuatro autoridades rectorales.
Esta elección, que ha tenido más suspenso que una historia de Stephen King, es el primer paso para poner fin a una espera de once años de mora debido al conflicto de sentencias entre la Sala Electoral y la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que data de 2011, lo que había impedido la realización de nuevas elecciones en la UCV (y en todas las universidades autónomas), por lo que las autoridades están atascadas en sus cargos desde el año 2012 con casi tres períodos vencidos.
En la UCV ya pasaron 15 años desde el último proceso electoral de autoridades. Solo dos de quienes fueron electos para ese entonces permanecen en sus cargos: la rectora Cecilia García-Arocha y el secretario Amalio Belmonte, quien es uno de los siete aspirantes a rector.
La Comisión Electoral se reunió con los candidatos el pasado 1ro de junio para explicar que se estaban solventando las inconsistencias del Registro y los cuadernos electorales. Por ello, las boletas electorales se imprimirán con un código especial para diferenciarlas de las anteriores y llevarán impresa la fecha del 9 de junio. «Ya se tienen listas las boletas para los egresados que son las de mayor volumen», dijo Carlos Marín, presidente de la Comisión.
En la Facultad de Arquitectura estará operando la Comisión Electoral Central que contará con un equipo de impresión para atender imprevistos, harán un chequeo cada dos horas con las subcomisiones electorales a partir de las 10:00 am para evaluar cómo va la participación y garantizar el material de votación, una sugerencia que fue incorporada por la Comisión Técnica designada por el Consejo Universitario.
Este nuevo proceso estará bajo un escrutinio mayor, no solo por el antecedente de la suspensión del 26 de mayo, sino porque se trata de una elección que incorpora dos elementos nuevos: el aumento de votantes en el padrón electoral por la incorporación de los empleados administrativos, obreros y jubilados; y por otra parte en el mismo proceso se elegirán diferentes escalas de representación: decanatos y representantes profesorales ante el Consejo Universitario, consejos de facultad y consejos de escuela. Solo los docentes deben elegir 23 cargos y los demás grupos de la comunidad ucevista podrán votar para los cuatro cargos principales, decanatos y representantes ante el Consejo de Apelaciones.
La expectativa de que se concrete este proceso electoral en la UCV abre la puerta a que el resto de las universidades autónomas avancen en sus propios marcos normativos. El reglamento bajo el cual se harán estas elecciones en la UCV es de carácter transitorio y deja de estar vigente apenas culmine este proceso. Entre los 13 artículos que lo conforman se establece que «la igualdad de condiciones se entiende aplicada a la relación entre cada sector electoral que conforman la comunidad universitaria», en relación a la exigencia del polémico 1×1, es decir la votación paritaria de todos los sectores.