El Esequibo ha enfrentado a los gobiernos de Guayana y de Venezuela desde hace más de dos siglos. Una disputa que comenzó en 1897, pero que se avivó a partir de 2015 cuando la petrolera estadounidense Exxon Mobil anunció el descubrimiento de un importante yacimiento de petróleo en el océano Atlántico, justo en la zona del diferendo territorial.
El Esequibo -también conocido como la Guayana Esequiba- es un territorio de 159.000 kilómetros cuadrados que destaca por sus recursos forestales y minerales. Actualmente esta zona constituye dos tercios del territorio guyanés.
Aunque los gobierno de Caracas y Georgetown nunca han logrado ponerse de acuerdo sobre el trazado de la frontera, la reciente decisión de la Corte Internacional de Justicia, que falló contra Venezuela y decidió avanzar en su juicio por el reclamo de Guyana sobre el territorio Esequibo, puede considerarse como la consecuencia de las decisiones que tomaron respectivamente Hugo Chávez y Nicolás Maduro al ceder en la defensa sobre esa zona, por acuerdos diplomáticos que han favorecido significativamente, no al Estado venezolano, sino a la estrategia internacional de ganar aliados ante los organismos hemisféricos.
En varias publicaciones el historiador Manuel Donís Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela recuerda que al inicio de su mandato Hugo Chávez actuó como se esperaba, protestando diplomáticamente cada vez que, de manera unilateral, Guyana violaba el Acuerdo de Ginebra.
Sin embargo, esta estrategia de defensa del Esequibo se modificó radicalmente a partir del año 2004. En la estrategia internacional del régimen venezolano el reclamo sobre el Esequibo perdió relevancia, en un intento de Chávez por tener el apoyo en la Organización de Estados Americanos y otros organismos hemisféricos de los países de habla inglesa reunidos en la Comunidad del Caribe (CARICOM).
Incluso, Chávez llegó a acordar con el entonces gobierno de Guayana, no insistir en la reclamación y permitir que Guayana otorgara concesiones en la zona, siempre que éstas favorecieran a ambos países.
“El gobierno venezolano no será un obstáculo para cualquier proyecto a ser conducido en el Esequibo, y cuyo propósito sea beneficiar a los habitantes del área”, dijo Chávez durante su visita oficial a Guyana en febrero de 2004, y agregó: “el asunto del Esequibo será eliminado del marco de las relaciones sociales, políticas y económicas de los dos países”.
Esta decisión de Chávez es ahora utilizada por Guayana como aquiescencia en los juicios para demostrar la decisión del Estado venezolano de abandonar el histórico reclamo de 180 años.
En 2006 el gobierno de Chávez volvió a comprometer el reclamo sobre Guayana. Ese año en una reunión con la Comunidad del Caribe (CARICOM) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Chávez acordó con el entonces presidente guyanés Bharrat Jagdeo, congelar la disputa con Guyana para obtener los votos del grupo caribeño para que Venezuela obtuviera un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Incluso, después de ese acuerdo Chávez llegó a decir que “la controversia con Guyana es el legado del colonialismo”. Una frase que fue utilizada por el entonces canciller venezolano Nicolás Maduro para labrar el apoyo del CARICOM al régimen venezolano internacionalmente (…) Cuando Venezuela se separó de la República de Colombia en 1830, el río Esequibo quedó como el límite de la República de Venezuela. Eso fue reconocido durante gran parte del siglo XIX hasta que se encontró oro en la cuenca del río Yuruari, en la Guayana venezolana, lo que desencadenó la ambición británica por ese territorio”.
En 1841 EEUU intervino en la disputa. Ese año el entonces presidente José Antonio Páez denunció ante EEUU una presunta incursión a su país por parte del Imperio británico, del que Guyana formaba parte.
Valiéndose de la llamada Doctrina Monroe “América para los americanos” EEUU
Intervino en la disputa fronteriza para facilitar el acuerdo que la disputa territorial por esta razón, el 2 de febrero de 1897, EEUU en representación de Venezuela, y Reino Unido firmaron un tratado en Washington para someter la disputa a un arbitraje internacional.
Los libros de historia resaltan que Venezuela fue engañada por una componenda entre los estadounidenses y los británicos para ratificar la posición de Inglaterra. Años después se demostró que los votos de los jueces que actuaron en el laudo fueron comprados para favorecer los intereses de Inglaterra. A raíz de su independencia, Guayana ha mantenido que Venezuela debe aceptar las conclusiones del laudo arbitral de 1899.