En las Américas, la corrupción debilitó a las instituciones públicas y facilitó el aumento de las redes criminales, desestabilizó a los gobiernos y se exacerbó la violencia en la región, según el informe.
«En el caso de Venezuela, sigue siendo percibida como la nación más corrupta, en medio de un descenso continuado desde 2017. Mientras, a nivel global, el país solo supera a Somalia (12), Siria (13) y Sudán del Sur (13), con una calificación de 14 puntos, la tercera más baja entre los 180 países evaluados. El estudio, basado en una escala de 100, donde 0 es el peor desempeño o la más alta percepción de corrupción, destaca que la corrupción sigue siendo un problema predominante en las Américas –con tasas que permanecen estancadas y un puntaje promedio de 43 por cuarto año consecutivo«, expresó el informe de Transparencia Venezuela.
“En los países con peores resultados este año, como Venezuela, Nicaragua (19), Honduras (23) y Guatemala (24), las élites y el crimen organizado han cooptado las instituciones del Estado”, apunta la organización.
Priorizar la lucha contra la corrupción, reforzando los mecanismos de pesos y contrapesos, fortaleciendo a las instituciones públicas, reivindicando los derechos a la información y a la libertad de expresión y de prensa, protegiendo a quienes denuncian irregularidades para liberar al mundo de la corrupción y de la violencia que trae aparejada, son parte de las exigencias que ha hecho Transparencia Internacional a los gobiernos para que los índices bajen y hasta desaparezcan.
La entrada 95% de los países ha hecho poco contra la corrupción, indicó Transparencia Internacional se publicó primero en Descifrado.