Alfredo Díaz tiene diez años viviendo en la calle. Cuando cae la noche duerme en las inmediaciones del terminal de pasajeros de Barquisimeto. Está agobiado por el largo recorrido que hace a diario para encontrar “chatarra” que luego vende por algunos bolívares y así “comer lo que se pueda”.
Alfredo está esperando por alguna alma generosa que le regale nuevos pantalones y un corte de cabello, esta petición la hizo entre sollozos.
“No es fácil para mí, pero me refugio en la ayuda que nos brinda Paquita (trabajadora social y fundadora de la Ciudad de los Muchachos); acá vengo a comer todos los mediodías y con la venta de chatarra hago lo que puedo para seguir”, expresó.
La historia de este hombre, de 52 años, es la de cientos que viven en estado de indigencia en la ciudad. ¿Pero a qué se debe la presencia de personas indigentes en las calles de Barquisimeto y de otras ciudades venezolanas? Se debe a la falta de políticas públicas de atención, expresó Yonaide Sánchez, socióloga e integrante de la ONG Transparencia Venezuela.
La especialista explicó que la indigencia es la expresión más crítica de la pobreza en una sociedad. Se refirió a la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), en la que se indica que la pobreza extrema en Venezuela bajó de 68% en el año 2021 a 53,3% en el año 2022, pero no hay cifras de 2023.
Sánchez detalló varios grados de pobreza: general, crítica, extrema y hasta de “nuevos pobres” que en este último caso agrupa a la clase media del país, a profesionales que han perdido sus capacidades de ingresos ante la crisis económica y social que los empobrece paulatinamente.
Señala que hay sociedades donde las políticas de superación de la pobreza son coyunturales, es decir, atienden las necesidades inmediatas de las personas en estado de indefensión; y otras que aplican medidas estructurales, dirigidas a estudiar las causas que originan la pobreza y ese sería el camino correcto.
Viejos solos
Sánchez también aseguró que debido a la migración de siete millones de venezolanos, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para octubre de 2022, un número importante de personas de la tercera edad quedaron viviendo solas y, actualmente, permanecen en estado de indigencia.
Explica que con pensiones de siete dólares al mes “lo cual es un insulto”, no tienen ni para comprar sus medicamentos. Es una triste realidad que se observa en las calles, abuelos hasta de 80 años pidiendo para comer o vendiendo algún dulce para comer.
De hecho, ya desde el año 2020 se venía notando con mayor gravedad el hecho de que los venezolanos de la tercera edad estaban desamparados en el país; la Asociación Civil Convite con atención en derechos humanos presentó los resultados del Proyecto Monitoreo del Acceso a la Salud en Venezuela y el Envejecimiento Poblacional en Venezuela, y arrojó que para el período 2020-2021 el 86% de los adultos mayores en Venezuela estaba en situación de pobreza.
Jesús Suárez es un vivo ejemplo: está en edad avanzada y aunque una hermana le presta un cuarto para dormir en las noches, no se encarga de su alimentación ni de sus cuidados, vive prácticamente en las calles.
El estado de salud de Jesús es estable, pero se le dificulta caminar un poco y, a pesar de su ancianidad todos los días camina largos trayectos hasta llegar a donde Paquita a almorzar.
Yo estoy bien, dice con una sonrisa, pero sus ojos entristecidos hablan de la carencia de afectos y cuidados. Él sigue con su vida haciendo el bien a su paso, pese a las precariedades.
A diario brindan una mano amiga
La Ciudad de los Muchachos, ubicada en la carrera 13 entre 42 y 43, no sólo brinda apoyo a jóvenes vulnerables sino que desde hace unos años, sobre todo cuando se acentuó la crisis económica en el país durante el año 2017, comenzó a entregar porciones de comida a personas en condición de indigencia y de la tercera edad.
Más de 250 porciones de alimentos son servidos de forma gratuita a hombres y mujeres que pasan la noche a la intemperie.
Plan de acción
Yonaide Sánchez, socióloga, continúa explicando que en primer lugar las autoridades deben realizar un censo a la población en estado de indigencia y conocer cada uno de los perfiles (determinar si tienen familia, si perciben algún ingreso, enfermedades), crear una red de atención y centros de cuidados para asistirlos en salud, apoyo psicológico e incluso enseñanza de algún oficio para reinsertarlos a la actividad productiva de la sociedad.
La red de atención, explica la especialista, deberá estar integrada por instituciones gubernamentales, empresas privadas y organismos internacionales. “El asunto no es sacarlos temporalmente de la indigencia, sino que no vuelvan a vivir en las calles, para ello se requiere un esfuerzo de todos los sectores de la sociedad”, manifestó.
Por su parte, Dioni Sánchez, sociólogo, resalta que al propiciar canales de atención permanente se podrá fomentar el respeto por los derechos humanos, visibilizar el tema y combatir la discriminación. “Merecen ser tratados con el mismo respeto que cualquier persona; con una atención integral se puede erradicar por completo esta situación en la sociedad venezolana”.
Dicho de otra forma, ofrecer comida o atención a las personas necesitadas no es una obra de caridad, sino una obligación de todos, como lo expresó Andrea “Paquita” Ravasio, la mujer que se ganó el corazón de los hombres y mujeres que acuden a su centro: Ciudad de los Muchachos, en la carrera 13 entre 42 y 43, para recibir los alimentos que gratuitamente ofrecen todos los días; un digno ejemplo a seguir por toda la sociedad civil y el Estado.
Vivir en la calle ocasiona constantes infecciones
James Escalona, médico general egresado de la Universidad Central Lisandro Alvarado (UCLA), declaró que existen múltiples factores que afectan de manera negativa la salud de las personas en estado de indigencia; sin embargo, resaltó que lo más grave y que perjudica al organismo de estos individuos es la disminución al acceso de nutrientes de calidad.
Por esa razón, “generalmente las personas en situación de calle padecen de desnutrición ya sea moderada, grave o severa, por lo cual se ven alterados su metabolismo e inmunidad, debido a que comen poco o pasan hasta días sin comer; aunado al hecho de que otros van perdiendo la noción del tiempo, olvidan que deben alimentarse para estar en buenas condiciones”, señaló.
Asimismo, otra de las complicaciones de salud que sufren las personas en condición de calle son las constantes infecciones sistémicas originadas por las condiciones climáticas a las que se exponen durante la mendicidad; largo tiempo bajo el sol, lluvia, humedad, bajos hábitos de higiene, influyen de manera negativa.
“Tienen constantes infecciones y de diversos agentes patógenos como hongos, bacterias, parásitos; son personas inmunosuprimidas”, añadió el profesional de medicina. Por último, se refirió a que las sustancias estupefacientes o psicotrópicas consumidas por algunas personas en estado de indefensión es otra realidad que menoscaba la salud y los vuelve violentos y dificulta su integración social, afectando además sus capacidades mentales en casos muy severos.
De allí la necesidad de que los gobiernos desarrollen políticas públicas eficientes que salvaguarden a este sector vulnerable de la sociedad, tal como lo explicaba al comienzo del reportaje Yonaide Sánchez, socióloga y especialista en temas de derechos humanos.
Gobernación espera censo
Isabel Lameda, secretaria general de gobierno en el estado Lara, fue abordada por La Prensa para conocer si existe algún tipo de atención hacia las personas que viven en estado de indigencia en la región y explicó que hasta ahora no pueden revelar información sobre el caso, dado que esperan el levantamiento de un censo aplicado a este sector vulnerable.
A través de la Misión Negra Hipólita, programa de atención social promovido por el Gobierno nacional, estarían adelantando la encuesta para determinar la cantidad de personas a asistir. “En los próximos días daremos toda la información con data en la mano”, agregó Lameda. La Alcaldía del municipio Iribarren tampoco cuenta con un programa de atención para las personas que se encuentran en estado de indigencia.