Van cinco días del fuerte terremoto de 7.8 grados de magnitud registrado al sur de Turquía y su frontera con el norte de Siria. Ahora el paisaje de dichos países ha cambiado considerablemente y dejado a un millón de personas sin hogar. Esta no sería la peor calamidad pues el número de muertos que ha dejado este evento ya asciende a 35 mil. Recordemos que justo después del primer movimiento de las placas tectónicas, se suscitó una réplica de 7.6 grados de magnitud y esto agravó aún más la situación en la zona.
Gran parte del país —que cubre un territorio extenso desde Europa oriental hasta Asia occidental— se ve amenazada por la “relativamente pequeña” placa de Anatolia. Ésta está delimitada al norte por la placa Euroasiática y al al sur y este por las placas Africana y Árabe. Como todas comprimen el territorio turco, genera eventos devastadores como el del pasado lunes 6 de febrero. Ahora, el sismo que empezó a las 4:17 horas de la madrugada y duró unos 30 segundos, dejó un total de —lo reportado hasta el momento— 85 mil 380 heridos en ambos países.
Ante el estado de emergencia, las autoridades turcas anunciaron que la cifra de muertos en Turquía ascendió a más de 35.225, mientras que la de heridos es de 80 mil 104. A la par, en Siria, apenas si ha cambiado la cifra que ofrecieron en vísperas del incidente, tanto el Gobierno, como el presidente Bachar al Asad y el grupo de rescatistas Cascos Blancos que operan en áreas opositoras en el noroeste del país árabe comentaron que hay 3 mil 553 heridos, de los cuales 2 mil 166 se han registrado en las áreas rebeldes.
La población en la zona afectada —tanto en Turquía como Siria— equivalía a unos 13,5 millones de personas, tras el incidente, se reportaron 35 mil muertos y más de 83 mil heridos. Las primeras 100 horas de rescate son sumamente cruciales para poder salvarle la vida a las personas atoradas bajo los escombros. Sin embargo y aunque los voluntarios no han descansado en estos 5 días, en las últimas 24 horas sólo se han hallado con vida a 67 personas, entre ellas un bebé de dos meses, mientras que el número de cadáveres recuperados debajo de los escombros ha ido creciendo. Debido a la densidad poblacional que se distribuye en las diez provincias de la zona, se teme que miles de víctimas se encuentren aún bajo los escombros.
A la par, la situación entre los supervivientes es demasiado complicada, dado que un millón de personas se han quedado sin hogar —según datos oficiales— en una amplia zona del sureste de del territorio turco, que es mayor que la superficie de un país como Portugal. Por su parte, en Siria la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de cinco millones de personas se han visto afectadas en todo el país por los sismos, mientras que más de 300 mil “se han quedado sin hogar” en tan solo dos de las provincias azotadas por los temblores.
Cabe destacar que en las áreas opositoras del noroeste sirio, los Cascos Blancos declararon este sábado el fin de las operaciones de búsqueda de supervivientes, después de no haber hallado a nadie con vida bajo los escombros desde el jueves.