Cuatro años y medio como administrador apostólico de Caracas, el cardenal Baltazar Porras, asume oficialmente como el arzobispo número 16 de la principal jurisdicción eclesial de Venezuela.
“Participamos no en un acto protocolar o ritual, sino eclesial, comunitario, en el que la fe se desvela como realidad misteriosa pero real, de la presencia de la gracia en medio del pueblo creyente que ora y trabaja con Espíritu”, expresó Baltazar Porras en su homilía.
Describió el período de los quince arzobispos que le han precedido. Los últimos cinco antecesores, precisó, tuvo la dicha de conocerlos.
“Después de estos años al frente de esta Iglesia, no me queda sino dar gracias por la acogida y disponibilidad recibidas, por el trabajo conjunto,en alegría y sacrificio, buscando dar razón de la esperanza a todos los que vivimos en este valle, sin distingos ni privilegios”, dice
“Sueño, por último, pero no menos importante, con una Iglesia caraqueña promotora y defensora de la vida desde la concepción hasta su desenlace natural, en una Patria en la que los Derechos Humanos sean respetados y defendidos”, manifiesta desde el altar de la Catedral de Caracas.
“El rostro de la Caracas del siglo XXI reclama crecer como discípulos misioneros. El mundo, la realidad circundante han cambiado. La Iglesia también tiene que cambiar en fidelidad y esperanza”, señala.
“Sueño, por último, pero no menos importante, con una Iglesia caraqueña promotora y defensora de la vida desde la concepción hasta su desenlace natural, en una Patria en la que los Derechos Humanos sean respetados y defendidos”, manifiesta desde el altar de la Catedral de Caracas