Tras cuatro días de la aplicación de un severo Plan de Racionamiento eléctrico en el estado Nueva Esparta, Fedecámaras hizo manifiesta la preocupación del sector que agrupa por el impacto que causa en la rutina laboral, económica y comercial.
Jesús Irausquín, presidente de la central empresarial en la región, dijo que si bien la situación responde a un hecho sobrevevenido como fue la falla en el Sistema Nororiental de Gas en el gasoducto General en Jefe José Francisco Bermúdez, tal como oportunamente fue informado, las consecuencias son evidencia de la vulnerabilidad en que se mantiene el sistema eléctrico insular, que no ha logrado una mayor independencia de tierra firme.
“Es urgente que se enfrente la situación de los servicios en su conjunto, pues seguir con paños calientes no nos permitirá concretar planes por venir, sobre todo por las esperanzas que se han centrado en la Ley de Zonas Económicas Especiales. Necesitamos tratar con seriedad los problemas y abrirnos a nuevas inversiones buscando la privatización o inclusión del capital privado como única salida definitiva a esa situación de servicio”.
Destacó además que es momento de considerar la descentralización de las acciones, pues estima que tomas de decisiones más cercanas a la fuente del problema podrían ser más eficientes y acertadas, e incorporar con firmeza a las fuerzas productivas de la región. “Estamos absolutamente dispuestos a apoyar para alcanzar soluciones, pero nos preocupa que sea desde la Vicepresidencia Sectorial de Obras Públicas y Servicios donde se dirijan las decisiones cuando la estatal regional tiene un alto nivel humano técnico y operativo que sin duda debe estar al tanto de los pormenores”.
Precisamente sobre los detalles técnicos, el Vicepresidente de Fedecámaras Nueva Esparta y miembro de la Comisión de Servicios, Ingeniero Juan Carlos Melean, explicó que en efecto la falta de inversión en renovación y actualización del sistema no ha permitido aumentar la capacidad autogenadora y la dependencia con tierra firme se mantiene como principal debilidad.
“Por una parte dependemos de un gasoducto que en esta circunstancia falló y por alimentar buena parte del parque termoeléctrico nos ha dejado al mínimo de generación, pero por otra también dependemos del cable submarino que, si bien es lo que ha permitido una alternancia para cortes de 6, 8 y hasta 10 horas, también nos hace vulnerable ante caídas del Sistema Eléctrico Nacional, y como hemos visto no cubre la demanda completa”.
Afirma que todos los análisis llevan a proponer la incorporación de sistemas alternativos que garanticen el suministro en este tipo de contingencias, y que, aunque sea requerido un plan de racionamiento, al menos tenga menor impacto para todos los ámbitos de la región.