De acuerdo con el estudio, en 2021, una media de más de cinco mujeres o niñas fueron asesinadas cada hora por alguien de su propia familia. De las 81.000 mujeres y niñas asesinadas intencionadamente el año pasado, 45.000, alrededor del 56%, murieron a manos de sus parejas u otros familiares.
El estudio indica que el porcentaje de homicidios masculinos que se perpetran en el ámbito privado es del 11%.
Las cifras también muestran que el número total de homicidios de mujeres se ha mantenido prácticamente sin cambios en la última década, lo que subraya la urgencia de una acción más fuerte en materia de prevención y respuesta.
El documento es un terrible recordatorio de que la violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más generalizadas en todo el mundo.
Según el informe, todavía hay demasiadas víctimas que no se contabilizan. Aunque aproximadamente cinco de cada diez mujeres y niñas fueron asesinadas intencionadamente en 2021, no existe suficiente información para identificarlas como feminicidios.
«Ninguna mujer o niña debe temer por su vida por ser quien es», dijo Ghada Waly, directora ejecutiva de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
«Para poner fin a todas las formas de asesinatos de mujeres y niñas relacionados con el género, necesitamos contar a todas las víctimas, en todas partes, y mejorar la comprensión de los riesgos y los impulsores del feminicidio para que podamos diseñar respuestas de prevención y justicia penal mejores y más eficaces».
La violencia contra la mujer y el feminicidio es un problema en todos los países del planeta, aunque el informe señala la existencia de disparidades regionales.
Por ejemplo, en África las mujeres y las niñas corren más riesgo de ser asesinadas por sus parejas u otros miembros de la familia.
El año pasado, la tasa de asesinatos relacionados con el género en el ámbito del hogar se estimó en 2,5 por cada 100.000 mujeres en África. La tasa fue de 1,4 en América, 1,2 en Oceanía, 0,8 en Asia y 0,6 en Europa.
Sin embargo, los asesinatos relacionados con el género, así como otras formas de violencia contra las mujeres y las niñas, no son inevitables, subraya el informe.
Estos crímenes pueden y deben prevenirse con una combinación de medidas como la identificación temprana de las mujeres afectadas por la violencia, y el acceso a un apoyo y protección centrados en las supervivientes.
Otras recomendaciones se referían a abordar las causas profundas, entre ellas la transformación de las masculinidades y normas sociales perjudiciales, y la eliminación de las desigualdades estructurales de género.
Reforzar la recopilación de datos sobre los feminicidios es también un paso.
«Limita la participación de las mujeres y las niñas en todos los ámbitos de la vida, niega sus derechos y libertades básicas, y bloquea la recuperación económica equitativa y el crecimiento sostenible que nuestro mundo necesita», dijo Guterres en un mensaje con motivo del Día Internacional.
El máximo responsable de la ONU esbozó lo que hay que hacer cuando dijo, entre otras cosas, que los gobiernos diseñen, financien y apliquen planes de acción nacionales para hacer frente a esta lacra.
Además, los grupos de base y de la sociedad civil deben participar en todas las fases de la toma de decisiones y todas las leyes deben aplicarse y respetarse, para que las supervivientes puedan ver defendidos sus derechos a la justicia y al apoyo.
«Hago un llamamiento a los gobiernos para que aumenten la financiación en un 50% a las organizaciones y movimientos por los derechos de las mujeres para 2026», declaró.
Para terminar, el Secretario General abogó por que el mundo «adopte una postura y alce la voz en apoyo de los derechos de las mujeres… [y] declare con orgullo: Todos somos feministas».