Las tropas ucranianas liberaron este viernes la ciudad de Kherson, en el sur del país, y reivindicaron una “importante victoria” ante Rusia, que retiró sus fuerzas de la única capital regional que habían conseguido tomar en casi nueve meses de combates. Sin embargo, en su retirada, los rusos parecen haber destruido importantes puentes y hasta una represa hidroeléctrica.
Imágenes satelitales de Maxar muestran cómo la represa hidroeléctrica Nova Kakhovka fue dañada por los rusos en su retirada. También hubo una significativa destrucción de puentes alrededor de Kherson. Rusia ha acusado repetidamente a Ucrania de bombardear la presa, mientras que la inteligencia de Ucrania dice que Rusia ha estado minando la presa desde abril.
El puente Antonivsky, el principal cruce sobre el río Dnipro en la ciudad de Kherson, fue volado antes del amanecer después de que la mayoría de las fuerzas rusas se retiraron y justo antes de que las fuerzas ucranianas ingresaran a la ciudad, reportó el New York Times. Las imágenes satelitales muestran varios tramos destruidos.
Al noreste del puente Antonivsky, también se ha destruido un puente que cruza el río Inhulets en Darivka, además del puente ferroviario Antovisky.
Kherson recuperada
“¡Hoy es un día histórico!”, declaró el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky. Kherson es “nuestra”, proclamó, precisando que el ejército se encontraba en la periferia de la ciudad, aunque las “unidades especiales” ya habían entrado en la urbe.
El Ministerio de Defensa había anunciado previamente que Kherson había vuelto “bajo control de Ucrania”.
El ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, difundió un video en que se ve, según él, a habitantes de la localidad de Bilozerka, a pocos kilómetros de Kherson, arrancando un enorme cartel que proclamaba “Rusia está aquí para siempre”.
Este repliegue es una “importante victoria” y demuestra que “sin importar lo que haga Rusia, Ucrania va a ganar” la guerra, afirmó Kuleba.
La retirada rusa, la tercera de envergadura desde el inicio de la invasión de Ucrania el 24 de febrero, representa un duro revés para el presidente ruso, Vladimir Putin, que proclamó a finales de septiembre la anexión de cuatro regiones ucranianas, entre ellas Kherson.
Putin había prometido defender “por todos los medios” esas regiones y amenazó entre líneas con recurrir al arma nuclear.
Pero ante la contraofensiva ucraniana lanzada a finales del verano, el ejército ruso anunció el miércoles que abandonaba la parte norte de la región, incluida su capital homónima, para consolidar posiciones en la margen opuesta del río Dniéper, una barrera natural.
“Más de 30.000 militares rusos y cerca de 5.000 piezas de armamento y vehículos militares fueron retirados” de la margen occidental del Dniéper, indicó el viernes el Ministerio ruso de Defensa.
Ucrania reivindicó el jueves la reconquista de más de 40 localidades de la zona y el Estado Mayor afirmó el viernes que su ofensiva “continúa”.
Rusia, pese a la retirada de sus tropas, sigue considerando que toda esta zona meridional de Ucrania le pertenece.
La región de Kherson “es un tema de la Federación de Rusia”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. “No puede haber ningún cambio”, añadió, en el primer comentario de la Presidencia rusa sobre el repliegue.
Poco después del inicio de la guerra, Rusia fracasó en su tentativa de tomar Kiev y en septiembre tuvo que abandonar casi toda la región de Járkov (noreste).
Putin ordenó en ese momento la movilización de 300.000 reservistas para tratar de recuperar la iniciativa en el terreno.