Este jueves 10 de noviembre, especialistas y profesores universitarios presentaron los resultados la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), una referencia informativa y estadística que describe la realidad social y económica que atraviesan los venezolanos.
Por lapatilla.com
Esta presentación se llevó a cabo en los espacios de la Universidad Católica Andrés Bello.
Anitza Freitez, coordinadora Proyecto Encovi y Luis Pedro España, investigador Proyecto Encovi fueron los encargados de exponer las estadísticas y demás datos de interés.
Quien inició la presentación de resultados e información fue Anitza Freitez, quien señaló que dicha presentación sería dividida en 7 ítems:
– Contexto demográfico
– Acceso a la educación
– Salud en la población
– Migración internacional
– Trabajo
– Pobreza y desigualdad
– Programas sociales
En Contexto demográfico, económico e institucional, según Anitza Freitez, son varios los factores que han influido en las condiciones de vida del venezolano:
– Pérdida de la institucionalidad
– Crisis económica
– Cambios demográficos
– Pandemia y crisis de combustible
“Para dar cuenta de las disparidades socioeconómicas hicimos un muestreo probabilístico polietápico estratificado. Tomamos una muestra de 230 segmentos, 2300 hogares. En total se levantaron 2218 hogares entre julio y agosto de 2022”, detalló.
Freitez reveló que el tamaño de la economía venezolana se ha reducido notablemente. Explicó que en el período 2014-2020, el Producto Interno Bruto real muestra una reducción acumulada de 74%”.
Por otra parte, el tamaño de la población se redujo a 28,7 millones. Es decir, el crecimiento demográfico en el último quinquenio fue negativo en
-1,1%”.
La Encovi plantea tres causas para la reducción de la población:
– Más de 4 millones de personas migraron entre 2015-2020
– 340 mil nacimientos no se produjeron porque las potenciales madres migraron
– Hay una pérdida de casi 3 años en la esperanza de vida
Afirma Freitez que por primera vez se indaga en la Encovi la condición étnico-racial, que según ratifica, a diferencia de otros países, este tema ha sido menos estudiado en Venezuela a través de encuestas a gran escala.
“De la muestra tomada, 3% se identificó como perteneciente a una etnia indígena, 8% afrodescendiente y 89% no se reconoce en ninguna de esas dos categorías; mientras que 39% de las personas se reconocen como blancas, 58% morenas y 3% negras, detalló la coordinadora.
De acuerdo con los resultados de la encuesta, en la post-pandemia, se descubrió que menos de 2 de cada 3 estudiantes se declararon inscritos en un centro educativo para el período 2021-2022.
Según explica Freitez, el stock de inscritos continúa disminuyendo, 190 mil menos respecto al período 2020-21.
“Actualmente nos encontramos con el fenómeno de la vuelta a la presencialidad sin crecimiento de la inscripción. Se estima en millón y medio el volumen de niños, niñas y adolescentes que permanecieron fuera del sistema educativo en el período 2021-2022”, lamentó.
Según detalla, en este periodo se redujo la cobertura educativa entre la población de 3 a 17 años, pero hubo una leve recuperación de la población de 18 a 24 años inscrita.
Los resultados explican que cerca de la mitad de los estudiantes no accede a la educación inicial, si viven en hogares en pobreza multidimensional o
donde es bajo el clima educativo.
“Los hogares buscan maximizar el aprovechamiento de su fuerza de trabajo para compensar la merma de los ingresos familiares. Es alto el costo de oportunidad de permanecer estudiando”, reseñó Freitez.
En el mismo sentido, se diagnosticó un “aumento en el porcentaje de inscritos en planteles privados, principalmente entre las poblaciones de 12 a 17 y 18 a 24 años, quienes estarían cursando educación media o universitaria”.
El reporte de problemas de salud volvió al nivel pre-pandemia. Cerca de 1 de cada 5 personas reportó algún problema de salud o enfermedad.
De acuerdo con los resultados de la Encovi, aumentaron las consultas a 63% y se redujo la brecha de género en la búsqueda de atención.
Freitez reveló que ha disminuido el uso de los servicios públicos en un 70% y 10% de la población declaró estar afiliado a algún seguro médico un aumento de 7 puntos con respecto a la edición 2021.
En Venezuela no se publican estadísticas oficiales sobre los movimientos migratorios. Por esta vía se desconoce la dimensión y características de la población venezolana que ha dejado el país y de los eventuales flujos de retorno.
“La población emigrada se va mostrando menos joven, la mayoría de los migrantes tienen de 30 a 49 años, en 2017 estaba más representado el grupo de 15 a 29 años. Se mantiene la preeminencia de los hombres entre los emigrantes recientes”, manifestó Freitez.
En el mismo sentido, la coordinadora Proyecto Encovi explicó que la necesidad de buscar empleo en otro país permanece como la principal razón de emigrar del 75% de los encuestados, pero gana importancia la reunificación familiar, una señal de cierto establecimiento de los migrantes venezolanos en los países de destino.
Sobre el perfil de la migración actual, Freitez señala que el 25% no tenía empleo cuando emigró y se reduce a 16% en el destino, y por otra parte, gran parte de esas personas sin empleo consiguieron ocuparse como trabajadores de los servicios (25%) y en ocupaciones elementales (30%).
“2 de cada 3 migrantes tienen un estatus regular, mientras que un 12% estaría en situación irregular debido a la falta de documentos o al vencimiento de los mismos”, señaló.
La coordinadora del proyecto Encovi asegura que se necesitan mayores esfuerzos para dimensionar y caracterizar a la población venezolana en los principales países de destino. “Además, el gobierno nacional debe despolitizar el hecho migratorio y dejar de estigmatizar”.
A su juicio, no se vislumbra un proceso de retorno masivo porque no están dadas las condiciones en Venezuela para recibir de vuelta a esa oleada de ciudadanos. La proporción de emigrantes retornados reportados por los hogares no supera el 6%”.
Según Encovi, en 2022 se recuperó la actividad pre crisis de movilidad. Los hombres trabajadores pasaron de 65.7% a 64.0% y las mujeres, de 34.3% a 39.1%”.
El empleo formal creció hasta ser ya el 50% de los ocupados. El sector público aumenta 3.0 puntos y el privado 4.7.
Por su parte, el empleo informal se redujo 7.7 puntos. Sigue muy por encima de su menor valor en 2014 (36%).
En los hogares no pobres el nivel de actividad es de 71% mientras que en los hogares en pobreza extrema es solo de 45%”.
España detalló que la pobreza cayó por primera vez en 7 años. La desigualdad en todas sus formas comienza a ser una constante en la realidad venezolana.
Un dato preocupante es que Venezuela está en el continente más desigual del mundo y, para 2022, es el país más desigual de América.
Casi el 40% de los hogares con mayores ingresos están en Caracas y está ciudad solo concentra el 16% de los hogares del país. Hay una mayor concentración de oportunidades en la capital.
El ingreso de los hombres es 11% menor que el de las mujeres, sin embargo, hay fuertes diferencias en cuanto a las profesiones, según expresó el profesor.
Desigualdad por color de la piel: Las personas con color de piel negra son 6.4 puntos más pobres que los blancos y sin diferencias con los mestizos.
El profesor España recordó cuáles son los programas existentes en la actualidad en Venezuela:
– Sistema de transferencias monetarias
– Sistema de pensiones
– Programa de alimentación
– Escolar
– Bolsas de comida (CLAPs)
– Barrio Adentro Tricolor
Respecto al programa CLAP, España asegura que “uno de los déficits de la pobreza es precisamente la falta de organización e información. Por eso, el programa CLAP es constante solamente para un tercio de la población”.
El profesor comenta que “hacen falta programas sociales que incorporen activos productivos, programas de acompañamiento para las personas de la tercera edad y una política de juventud para disminuir las probabilidades de emigración por parte de los jóvenes venezolanos”.
“Ha aumentado el ingreso laboral en los hogares venezolanos. En 2021, el 45% era “no laboral”, provenía de transferencias públicas o privadas. En el 2022, en promedio, el ingreso no laboral disminuyó a 26%. También como consecuencia de la caída de las remesas”, detalló.
El investigador asegura que “es probable que estas mejoras se estanquen si no se complementan las políticas públicas”.