Con una inversión de 5,6 millardos de bolívares (antes de la primera reconversión monetaria del chavismo), la Asamblea Nacional aprobó el 12 de junio de 2007, el informe para la instalación de la planta Torrefactora de Café, en la parroquia Sabana de Piedra municipio Caripe al norte del estado Monagas. Lo que se perfilaba como un ambicioso proyecto, tenía como objetivo “lograr el desarrollo integral del cultivo del café en la entidad y garantizar a los pequeños y medianos caficultores, la asistencia crediticia y técnica para incrementar la producción y la productividad del rubro, en especial la colocación de las cosechas en forma oportuna”, sin embargo, dicha planta no ha producido un solo grano de café.
Corresponsalía lapatilla.com
La instalación de la Torrefactora de Café estuvo a cargo de la empresa brasileña “Tropical Food Machinery Ltda”, cuya inversión fue costeada por recursos propios de la gobernación del estado Monagas, obtenidos a través de la Ley de Asignaciones Económicas Especiales en el año 2006. Con la creación de esta planta, se estimaba atender a unos 500 productores de café de los municipios Piar, Caripe, Cedeño y Acosta del estado Monagas y el municipio Montes del estado Sucre.
El gobernador de ese entonces, José Gregorio “El Gato” Briceño, quien en el año 2012 aspiraba a un tercer mandato, pero alejado de las filas del chavismo, declaró que la planta torrefactora estaba ubicada en un lugar estratégico de Caripe y contaba con capacidad tecnológica para garantizar la recepción del producto, la transformación, a través del secado, tostado, molienda y empaquetado para su comercialización, en un volumen que alcanzaría a cinco (5) toneladas por día. En declaración a La Patilla, Briceño señaló que al salir de la gobernación, la planta tenía un 90% de avance, ya que solo faltaban algunos detalles para ponerla a producir.
La producción de café en Monagas para el año 2012 alcanzó un total de 50 mil 362 quintales, es decir, 2 millones 367 mil, catorce kilogramos de café, de acuerdo a información divulgada por la Secretaría de Desarrollo Endógeno, de la gobernación, a cargo de Marlín Alvarado. No obstante, dicha cifra de producción era considerablemente baja en comparación a lo que se obtenía en años anteriores, que en promedio eran de entre 80 y 100 mil quintales de café, según reveló el caficultor, Ángel Silva Acuña. La merma en la producción fue atribuida a “la broca”, un insecto que se introduce en el fruto verde del café y lo ataca de una manera voraz hasta destruirlo.
De acuerdo a lo explicado por el exgobernador Briceño, la torrefactora consta de las áreas de proceso: húmedo, secado y tostado, trillado, molido y empaquetado. Los productores entregarían su cosecha en húmedo, allí el café pierde el mucilago; pasa al secado y tostado; luego es trillado, y queda listo para moler y empaquetar. Cuando gana la gobernación, Yelitze Santaella (actual ministra de Educación), estos planes nunca se llevaron a cabo.
El productor de café, Ángel Silva, explicó que dada la alta producción que había en el estado, se justificaba que se construyera una torrefactora que beneficiaría a cientos de productores como él, un producto que incluso se exportaba principalmente a países de Europa y Estados Unidos. Lamenta que en la actualidad, la producción no llegue a los 10 mil quintales por año, cuando hasta el 2010 llegó incluso los 100 mil quintales anuales.
“La caficultura se abandonó en este estado, no hay créditos a los productores, no hay a quién venderle café, el incentivo ya no existe. La planta torrefactora iba a ser de mucha ayuda porque serviría para exportarlo crudo o tostado. La empresa cuenta con todas las máquinas para su procesamiento, equipos de alta tecnología, muy modernos”, declaró Silva a La Patilla.
En este sentido, afirmó desconocer cuáles fueron los motivos por los que nunca se inauguró esta obra que estaba prácticamente lista. A su juicio, al régimen chavista no le interesa si se inaugura o no esta planta, ya que la producción es muy baja. Dijo además que lo poco que se hace es con recursos propios, pues insiste en que no existe ningún tipo de incentivo para los productores.
Durante los más de ocho años que duró la gestión de la exgobernadora psuvista, Yelitze Santaella, en varias oportunidades se realizaron “inspecciones” y se anunciaba la inyección de recursos con la promesa de “inaugurar pronto” la planta torrefactora. Entre los proyectos industriales que impulsaría la exmandataria rojita, estaba la referida empresa que, según registros de prensa visitó por primera vez en diciembre de 2014.
Para ese entonces, el Ejecutivo Regional anunciaba una inversión de 16 millones de bolívares en la construcción de la torrefactora que a pesar de que dos años antes presentaba un 90% de avance, en esta oportunidad se aseguró que era de 85%. Asimismo, se daba a conocer que esta industria iniciaría operaciones en el primer trimestre de 2015, generando 120 empleos directos y una capacidad de producción de 10 toneladas diarias de molienda.
En febrero de 2015, pocos meses después de haber informado que la obra de la empresa presentaba en 85% de avance, en un recorrido que realizara la exgobernadora chavista en las instalaciones de la torrefactora, la funcionaria anunció que la infraestructura estaba 100% lista y solo se estaba a la espera de la instalación de los equipos de pre secado, y de la maquinaria del procesamiento del café.
“Estaremos en los próximos días reuniéndonos con los caficultores de la zona. Formaremos una empresa de producción social, donde se tomarán en cuenta a cada uno de los productores y productoras de la materia prima. (…) Esta planta va a llevar grandes beneficios para los municipios Caripe, Acosta y Piar, que son zonas caficultoras por excelencia, dando de esta manera un duro golpe a los acaparadores y especuladores del producto”, aseguraba Santaella en ese momento.
En julio de ese mismo año, se realizó otra visita a la planta torrefactora, pero esta vez por parte del secretario del Poder Popular para la Producción y Desarrollo
Endógeno de la Gobernación Monagas, Salim Jiménez. Esta inspección se realizó junto a un grupo de “expertos de empresas nacionales” (sin especificar cuáles fueron esas empresas), que verificaron las condiciones para la instalación de la maquinaria y darle funcionamiento antes que culminara el año.
“Verificamos los espacios de la planta y los equipos con los expertos de empresas nacionales, para poner en funcionamiento la Torrefactora de Café este mismo año, con todo el apoyo de nuestra gobernadora Yelitza Santaella. Ahora el paso que sigue es efectuar la revisión técnica de los planos de la planta y hacer las pruebas pertinentes de la maquinaria para evitar inconvenientes”, declaró en nota de prensa el funcionario chavista de ese entonces.
En febrero de 2016, la gobernación rojita anunciaba que continuaban los trabajos correspondientes para poner en funcionamiento la Torrefactora de Café. Para ese año, la Secretaría para la Producción y Desarrollo Endógeno, tenía otro funcionario a cargo, a saber, Jesús González, quien aseguraba que se encontraban trabajando para agilizar la culminación de “tan importante empresa” a través de la cual se buscaría abastecer no solo el mercado en Monagas, sino también en el estado Anzoátegui.
La concejal del municipio Caripe por el partido Acción Democrática, Natasha León, se refirió al caso de la torrefactora, específicamente a las haciendas que a su juicio “fueron acabadas”, ya que el productor no puede mantenerlas activas, pues no solamente se sembraba café, sino frutas como la naranja y el cambur. Explicó que anteriormente el productor mientras esperaba la cosecha de café que era de aproximadamente dos años, sembraba cambures, así podía pagarle al trabajador con lo que sembraba por ser una fruta que se da en un período de nueve meses, además de mantener su hacienda, pero no solo es la falta de voluntad del régimen sino la inseguridad que ha hecho que estas fincas estén abandonadas.
“La Torrefactora hubiese sido de gran ayuda para muchos productores en el municipio, hace 10 años que debió haberse inaugurado, pero al sol de hoy no ha arrancado. Si estuviera funcionando, el proceso de producción de café sería mucho más sencillo, se podría llevar el producto hasta la planta y se adquiriría lo razonable.
Actualmente quien compra es el que tiene dinero y el productor es el que sale embromado”, indicó la edil.
En relación a los precios, León señala que en la actualidad están muy bajos en comparación a lo que tienen que invertir para la siembra. Agregó que hace dos meses un quintal de café lo compraban en 100 dólares, los grandes productores lo están vendiendo en 180 dólares, lo que lleva a que muchos dejen de sembrar café.
A pesar de que el chavismo en los últimos años ha anunciado la activación de diferentes motores para la producción agroindustrial del país, en el caso de la Torrefactora de Café ni una de las máquinas se ha encendido. Aunque fueron millonarias las inversiones que se hicieron para su construcción y compra de equipos de última generación, aun no se sabe cuándo esta planta pueda iniciar operaciones de una vez por todas. Vale señalar que por ser maquinaria de fabricación alemana, no se cuenta con personal capacitado para su puesta en marcha.