El director de la red de Cazadores de Fake News, Adrián González, analizó las diferentes aristas de la desinformación impulsada por la maquinaria de propaganda gubernamental en Venezuela.
La estrategia de manipulación, enmarcada en la política de guerrillas comunicacionales de la que forman parte el Ministerio de Comunicación e Información y la llamada tropa digital, se ejecuta diariamente para imponer los temas de debate en la red social Twitter, así lo dio a conocer el ingeniero venezolano Adrián González, director de Cazadores de Fake News, en el foro virtual organizado por el Observatorio Venezolano de Fake News, “¿Cómo opera la desinformación en Venezuela?”, en horas de la tarde de este martes 16 de agosto.
Consiste, dijo, en el posicionamiento de tendencias artificiales en las redes sociales, los ataques coordinados contra políticos, medios de comunicación y periodistas, así como un entramado de perfiles anónimos que impulsan operaciones de influencia, son solo algunos de los elementos que distorsionan la conversación digital para imponer narrativas a favor del poder estatal.
Explicó en este sentido que la labor de los cazadores es precisamente develar, desmontar y advertir a la sociedad venezolana sobre la existencia de estas operaciones de manipulación que, a juicio de González, atentan peligrosamente contra la democracia.
El fenómeno nacido en el entorno digital generó una respuesta ciudadana en forma de red colaborativa que inicia en 2019 con un grupo de WhatsApp y que se concreta hoy en día en el Foro Cazadores, un grupo de Telegram con aproximadamente 950 miembros, “que es el corazón de Cazadores de Fake News”.
En este canal se discute sobre desinformación, se identifican contenidos potencialmente falsos y se desmontan las operaciones de propaganda con presencia de bots, perfiles automatizados y trolls en diferentes redes sociales.
De esta forma, el infociudadano e investigador Open Source ha podido identificar los diferentes tipos de estrategias de manipulación de la información que operan en Venezuela.
Asalariados de las redes sociales
Una red de propaganda gubernamental es conocida como los “tuiteros de la patria”, y su trabajo es retuitear “todos los días, durante una semana o varios meses” las etiquetas de apoyo o “hashtag” propuestas por el Ministerio de Comunicación e Información para amplificar mensajes de propaganda o narrativas de desinformación.
La operación de manipulación, que incumple las normas de la plataforma Twitter, es remunerada con bonos a través del Sistema Patria.
Estigmatización y hostigamiento a periodistas, medios y ONG
Mediante noticias falsas, campañas coordinadas y la creación de cuentas “trolls” se ataca el trabajo de medios como El Pitazo y organizaciones no gubernamentales como Provea, así mismo han sido víctimas de hostigamiento los periodistas Sebastiana Barráez y Roberto Deniz, de Armando.info.
Estas redes de ataque por lo general están conformadas por miembros de la tropa digital, funcionarios públicos o empresas de marketing digital, “a quienes se le contrata para hacer campañas electorales y manipular la conversación en redes sociales”.
Falsos perfiles de noticias en plataformas digitales
Las narrativas de desinformación tienen también su origen en falsos perfiles noticiosos en Instagram, Twitter y YouTube. Una red de perfiles que “siempre desinforman y tienen hasta 8 millones de seguidores o más”.
De esta forma, se convierten en herramientas de las campañas de influencia en múltiples plataformas, amplificando el alcance de las noticias falsas pues para muchas personas es difícil distinguir entre los falsos noticieros y el trabajo periodístico real.
Campaña pro Alex Saab, una operación de desinformación e influencia.
Durante el año 2020, la defensa de Alex Saab, empresario colombiano y aliado del régimen de Nicolás Maduro, se basó en el uso de perfiles tipo bots, similares a bots por sus niveles de automatización y cuentas trolls en redes sociales.
Cuentas que mostraban su apoyo virtual al empresario colombiano en países como Ghana, Nigeria y Cabo Verde, imponiendo narrativas para convertirlo en “héroe de la revolución” y así evitar su extradición a los Estados Unidos.
La operación de influencia, ejecutada por agencias de marketing digital, fue develada y desmontada por los tuiteros y colaboradores de Cazadores de Fake News, quienes identificaron hasta 600 perfiles, en su mayoría anónimos, de reciente creación, con pocos seguidores y avatares creados con aplicaciones de Inteligencia Artificial.
Hacer frente a la desinformación
Para González el propósito de estas tácticas oscuras es finalmente contaminar el debate en las redes sociales para confundir a la población y atentar contra la democracia al manipular las intenciones del electorado.
Sin embargo, la forma de frenar la desinformación es desmontar las mentiras, alertar a la ciudadanía sobre la presencia de las estrategias de manipulación y capacitar a las personas para que puedan por sí mismas utilizar las herramientas de verificación.
Desde hacer una consulta en Google hasta realizar una búsqueda inversa de imágenes, son acciones básicas para develar los contenidos engañosos y descontextualizados que circulan en redes sociales, explicó González.
En un siguiente nivel de profundidad, se encuentra el uso de herramientas como Hoaxy, una interfaz desarrollada por la Universidad de Indiana, útil para “generar mapas sencillos de conversación en Twitter y de alguna forma ver de dónde surgió una información y cómo se está propagando”.
La acción ciudadana tiene así un rol fundamental para hacer frente a la desinformación en las plataformas digitales, pues “es un problema tan grande que es difícil hacerle seguimiento y estudiarlo”.
Para contrarrestar un problema de esta magnitud “es necesario crear redes, saber que existen iniciativas de verificación en Venezuela que trabajan duro para enfrentar este problema, conectar con estas organizaciones”, concluyó González.