Jhonattam Petit / Falcón
La final de la Calle Zamora de Coro, una de las calles donde se encuentran las casas coloniales: Casa del Tesoro, Balcón de Los Arcaya, Casa de las Ventanas de Hierro, Casa el Sol y la oficina regional de Corfaltur; la basura y el monte que emerge del asfalto, describen el descuido municipal y regional en materia de mantenimiento turístico que requiere el centro histórico de la capital falconiana.
«Tienen que estar pendiente, llega una persona de otra ciudad y se lleva está impresión, yo recomiendo que estén más pendiente», comenta Pedro Medina de 69 años.
Durante el recorrido no se aprecian contenedores de basura para depositar los desechos sólidos, los ciudadanos consultados coinciden que la falta de cuidado y conciencia cívica representa otro problema.
«Está zona turística la tienen en total decidía, yo no sé de dónde le dieron el nombre de patrimonio de Coro, las casas alrededor de la calle Zamora se están cayendo, esto es una desgracia turística, no es solo por lo sucio, fíjate en los huecos en las calles», declaró Rafael Rojas de 59 años.
Un ciudadano caraqueño con tan solo 5 años viviendo a pocos metros del Balcón de Los Arcaya, explicó que la alcaldía había solucionado el bote de aguas negras que contaminó el lugar hace poco meses, pero cuestionó la obra y dijo que los ladrillos de cemento fueron arrimados y echado a un lado. Sin embargo, la comunidad decidió termina lo que empezaron.
«Yo acomodé los ladrillos, ellos dejaron todo ahí, decidí colócarlos uno por uno; los vecinos somos quienes limpiamos está calle, pero al parecer Coro es de la baranda gris para adelante lo demás no es coro, pasa el tiempo y sigue lo mismo», manifestó el ciudadano quien solicitó anonimato por temor a represalias.
Agregó que los ciudadanos colocaron un farol de luz diagonal a las oficinas de la dirección regional de turismo. La instalación tuvo un costo de 35 dólares americanos, todo fue costeado por algunos vecinos con poder adquisitivo.
«Hay cosas que lamentablemente no podemos hacer porque no son nuestras competencias o simplemente no tenemos dinero para que nuestra calle se vea mejor», resaltó.
A pesar del deterioro, se aprecian obreros de la alcaldía de Miranda cumpliendo con sus labores de limpieza, pero el monte creció y nadie lo vio. Al mismo tiempo, los ciudadanos esperan que el avance turístico se materialice en oportunidades laborales.