Regina Freites / Sucre
Durante horas del pasado viernes,dos féminas que presentaban severos síntomas de depresión, fueron rescatadas en dos hechos distintos registrados en el centro de la ciudad de Carúpano.
Se quería lanzar
El primer caso se produjo desde el jueves, cuando una joven de bien no se pudo obtener identidad, residente en la parroquia Santa Rosa, del municipio Bermúdez, junto a su bebé de varios meses, fue notificada como desaparecida ante las autoridades policiales, iniciándose una búsqueda por los sectores de la ciudad, siendo hallada ese mismo día por efectivos de la Policía Municipal en el sector Hato Romar, en la parroquia Bolívar. No obstante, de acuerdo a informaciones extraoficiales, al siguiente día la misma joven junto a su pareja presuntamente sostuvieron una discusión en el sector Plaza Colón, de donde en un descuido se le perdió de vista al hombre que quedó con el bebé en brazos, iniciándose nuevamente la indagatoria de la mujer, quien al parecer sufre de cuadros depresivos.
Rato después se conoció que había sido localizada por algunas personas en una oficina del edificio rental Fundabermudez, en donde al parecer intentó lanzarse al vacío a través de una ventana, acción que fue impedida sobreviniéndole un posible estado epiléptico, siendo trasladada al ambulatorio «Juan Otaola Rogliani» donde fue atendida por los médicos de guardia.
La noticia corrió a través de las redes sociales dejando ver qué la joven habría muerto al lanzarse al vacío, versión que fue descartada por las autoridades.
Una carta alertó a la familia.
El segundo caso se produjo la mañana del pasado viernes, cuando los familiares de María Teresa Vasquez hallaron su cuarto vacío y una carta en la cual se sentía una carga familiar, por lo que pedía que no la buscaran, lo que produjo la rápida movilización de familiares y vecinos, quienes además de notificar a las autoridades publicaron su foto a través de las redes sociales.
Fue pasadas las cinco y treinta de la tarde, cuando una de sus vecinas que hacía caminata junto a otra compañera, sin tener conocimiento de lo que ocurría la saludó, extrañando su actitud depresiva; por lo que tomó la desición de auxiliarla al escuchar sus intenciones, sacándola cerca del puente de un sector y apoyada por otros vecinos, fue retornada a su hogar. Se presume que el cuadro depresivo de María, es originado a sus limitaciones auditivas, motivado a que desde hace varios meses no puede escuchar, toda vez que el equipo que le ayudaba a desarrollar este sentido se le dañó. «Estamos impotentes, queremos ayudarla, pero es muy costoso y no tenemos los recursos»; manifestó un familiar de María.
Para los que conocieron a fondo cómo se desarrollaron ambos casos, las personas que auxiliaron a las dos mujeres en momentos críticos, tuvieron una noble misión, impidiendo que sus actos depresivos materializaran consecuencias fatales. «Hay angelitos en la tierra», planteó Benigna González.