Nueva York despidió el año 2021 con una celebración en Times Square más reducida de lo habitual debido al astronómico repunte de casos de covid-19, aunque no faltaron el confeti, las luces, la música y los buenos deseos, incluidos los del nuevo alcalde que fue investido justo después de la medianoche.
Solo 15.000 personas -suelen ser casi 60.000- pudieron acceder a la icónica plaza para ver de cerca el descenso de la famosa bola de cristales de colores de más de 5.300 kilos que pende sobre uno de sus rascacielos, pero tuvieron que cumplir unos nuevos requisitos, de vacunación completa y mascarilla, que se sumaron a los protocolos de seguridad.
Quienes asistieron a la fiesta de fin de año de la Gran Manzana fueron los previsores que se armaron de paciencia, ya que la Policía permitió la entrada al recinto completamente vallado a partir de las 3 de la tarde y no permite llevar mochilas grandes, sillas plegables, paraguas ni alcohol con el que brindar, o paliar las bajas temperaturas.
La recompensa ha sido formar parte del público en el 50 aniversario del “New Years Rockin’ Eve”, el programa más visto del 31 de diciembre en las televisiones de Estados Unidos, en el que no obstante la lista de estrellas ha sido más deslucida que en otras ocasiones por la falta de divas del pop y cancelaciones de última hora.
A falta de estrellas como Jennifer Lopez, que actuó el año pasado frente a un reducido grupo de trabajadores esenciales, esta noche han subido al escenario la reguetonera colombiana Karol G, la veterana banda de rock Journey y la cantante KT Tunstall, mientras que ha causado baja el rapero LL Cool J, el más esperado, por estar contagiado de covid-19.
Nueva York, que en los últimos días ha pulverizado récords de casos de covid-19 debido a la variante ómicron, se ha mantenido firme con su celebración frente a otras grandes ciudades del país como Los Angeles, Atlanta y San Francisco, cuyas autoridades decidieron cancelar algunos de sus eventos más multitudinarios.
Este viernes, el estado de Nueva York informó de más de 76.500 casos nuevos detectados en 24 horas, de los cuales casi 44.000 correspondían a la gran urbe, lo que ha afectado a numerosos servicios públicos, con suspensiones de varias líneas de metro y los permisos de año nuevo canceladas en el cuerpo de policía por falta de personal.
“Queremos mostrar que vamos hacia adelante, y mostrar al mundo que la ciudad de Nueva York está luchando para salir de esto”, dijo ayer jueves el alcalde saliente, Bill de Blasio, ante el creciente temor a los contagios en la fiesta de Nochevieja, asegurando que la combinación de vacunas, mascarillas y la distancia sería efectiva.
Sin embargo, el presidente de la Alianza de Times Square, que aglutina los negocios de la zona y organiza el evento, Tom Harris, reconoció al canal local ABC7 que en una jornada normal puede haber hasta 270.000 personas en el “cruce del mundo” sin que se sepa si están vacunadas o no y sin obligación de llevar tapabocas al aire libre.
Tras horas de entretenimiento y frío, pasada la medianoche, el nuevo regidor, Eric Adams -que portaba un retrato de su difunta madre, por la que siente veneración-, juró su cargo ante la multitud congregada en Times Square, lugar que consideró simbólico para la ciudad y epicentro de “excitación, renovación y esperanza por el futuro”, si bien reconoció que hace frente a un “periodo difícil” .
EFE