El Gobierno y la Casa Real de España asumen que el rey emérito Juan Carlos es quien tiene que decidir si regresa desde Emiratos Árabes Unidos y en qué momento, aunque dan por hecho que no será antes de que la Fiscalía del Tribunal Supremo concluya las indagaciones sobre sus cuentas bancarias.
El cierre de la investigación en Suiza sobre una donación de Arabia Saudí de 65 millones de euros ha alimentado las expectativas de que la Fiscalía española también archive las diligencias, a pesar de la nueva prórroga de seis meses para incorporar la última documentación remitida por aquel país.
“Aunque se sepa cómo va a acabar, hay que ser muy precisos”, apuntan fuentes de la Fiscalía para hacer ver que no habrá causa penal contra el rey Juan Carlos por ninguna de las tres investigaciones en marcha, aunque sí un informe muy detallado de cómo manejó su dinero en el extranjero.
El Ministerio Público investiga el presunto cobro de comisiones, el mismo que el archivado en Suiza; otro por donaciones no declaradas, sobre las que Juan Carlos I hizo dos regularizaciones fiscales por valor de unos cinco millones de euros, y una tercera por posible ocultación de fondos en paraísos fiscales.
El más que probable archivo del caso ha vuelto a desatar los rumores sobre su vuelta desde Abu Dabi, adonde machó en agosto de 2020 por la repercusión pública generada al conocerse presuntos negocios irregulares en el extranjero.
El padre de Felipe VI, quien cumplirá 84 años el próximo 5 de enero, reapareció en público el pasado viernes en el emirato para ver un partido del tenista español Rafael Nadal, con quien tiene una buena amistad.
UNA DECISIÓN DEL REY EMÉRITO
El Gobierno ha dejado claro que no le corresponde tomar partido y que va a ser “respetuoso” con lo que acuerden la Casa Real y el rey emérito.
Desde la Casa Real apuntan que es el anterior jefe del Estado quien debe determinar si retorna y cuándo, al considerarlo un asunto que concierne a su vida privada.
Recuerdan que el rey Juan Carlos fue quien dio el paso de marcharse en una carta que envió a su hijo para comunicarle su traslado temporal a Abu Dabi, tras la controversia suscitada por la investigación de la Fiscalía.
Subrayan, además, que lo que haga el rey emérito no interfiere en la línea de actuación de Felipe VI y en su compromiso con una monarquía renovada, lo que le llevó a renunciar a su herencia y a retirarle la asignación económica del Estado a su padre.
Desde el entorno de Juan Carlos I, se insiste en que quiere volver a pisar España, aunque persisten las dudas de dónde se alojaría y si aspiraría a hacerlo en el Palacio de la Zarzuela, residencia oficial de Felipe VI, por seguir siendo miembro de la Familia Real, aunque sin la retribución oficial anual de 200.000 euros que tenía.
“No hay nada decidido”, remarcan fuentes oficiales ante las informaciones publicadas en los últimos días sobre supuestos planes de regreso; alguna apunta a que mantendría la residencia fiscal en Abu Dabi, desde donde viajaría a España periódicamente para ver a la familia y amigos.
Fuentes del Gobierno señalan que no ha habido ningún contacto con Zarzuela para preparar el operativo de un eventual regreso, que, añaden, no se contempla antes de que la Fiscalía cierre las indagaciones.
El jefe del Ejecutivo, el socialista Pedro Sánchez, no pone reticencias a su regreso, pero volvió a reclamarle este viernes que dé explicaciones.
Según Ione Belarra, líder del partido izquierdista Unidas Podemos, que gobierna en coalición con Sánchez, “sólo tendría que volver a España para rendir cuentas ante la Justicia y la ciudadanía por sus escándalos de corrupción y sus negocios ilícitos”.
EFE