Además de los rastros de sangre y de los cuchillos que encontraron en la lujosa casa de 1.165 metros cuadrados del peluquero de los famosos Mauricio Leal, peritos forenses están concentrados en otra pista para esclarecer su asesinato y el de su mamá, Marleny Hernández.
Por: El Tiempo
Se trata de la contabilidad que tanto él como su hermano llevaban celosamente sobre la realidad financiera de sus reputados negocios. EL TIEMPO tuvo acceso exclusivo a los libros tanto de Mauricio Leal Peluquería S. A. S. como a los de Jhonier Leal Peluquería S. A. S., en los que se evidencia un llamativo y millonario contraste.
En efecto, mientras el negocio de Mauricio parecía prosperar en medio de una economía frenada y encerrada por la pandemia, la empresa que Jhonier creó en 2018 estaba literalmente reventada.
“Se abrió noticia criminal por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de activos”, reveló a mitad de semana el fiscal general, Francisco Barbosa, sin dar nombres de quiénes están en ese capítulo paralelo al del doble asesinato.
Pero a lo que se refiere Barbosa es a que Mauricio Leal venía manejando grandes sumas de dinero y expandiendo sus negocios.
Según los documentos encontrados en los allanamientos de sus propiedades -incluidas una discreta bodega y la peluquería que cerró sus puertas- la columna de ingresos iba en aumento.
Y ahora es analizada por peritos que quieren saber si la procedencia de ese flujo de fondos se justifica únicamente en la atención especializada en el campo de la peluquería y la belleza.
Según los libros contables, Mauricio registraba activos por 4.700 millones de pesos y un patrimonio neto de cerca de 3.000 millones. De hecho, en el renglón de deudas que le reportó a la Dian, estas no superaban los $ 600 millones.
Sin embargo, los peritos indagan un movimiento de personas (aún por identificar) y de grandes cantidades de dinero que Mauricio administraba.
Muestra de ello es que incluso había tomado la decisión de instalarse en el mismo sector de La Calera en donde viven varios de sus otrora selectos clientes.
Un allegado al llamado Niño genio de los famosos le dijo a este diario que no hay nada irregular en la fortuna de Mauricio. De hecho, reveló que estaba a punto de sellar un millonario contrato con Victoria’s Secret, la gigante de la lencería de lujo y otros productos exclusivos de belleza.
Esto le significaría un crecimiento exponencial de su marca. Por ese negocio es que él mismo reveló en algunas entrevistas antes de ser asesinado, que tenía planeado mudarse a Cartagena.
Llamadas desde la cárcel
Además, estaba a punto de inaugurar una nueva sede de su peluquería en Cajicá (Cundinamarca) y su restaurante Maitoleal Coffee Lounge Bar, en el que se sirve coctelería clásica molecular, pastelería y café, completaba dos meses de inaugurado.
Y, aunque su éxito era notorio, los investigadores también verifican otro compromiso económico que Leal mantenía y solo unos pocos conocían.
Eran los giros que le realizaba a su medio hermano Carlos Andrés García. Jhonier fue el primero en mencionar la existencia de este familiar en la entrevista en primicia que le dio a EL TIEMPO. “No soy el único hermano, en Jamundí tenemos otro, y hay otros de los que se sabrá más adelante”, dijo.
Cuando habla de Jamundí, se refiere a la cárcel de alta seguridad en la que permanece Carlos Andrés desde 2016. El menor de la familia fue capturado por un hecho que niega tajantemente. Está pagando una condena de 15 años por el delito de actos sexuales con menor de 14 años.
Y, según allegados a los Leal, Carlos Andrés llamaba desde prisión con alguna frecuencia a su hermano Mauricio para pedirle ayuda e incluso para preguntar cómo iban los negocios.
Es más, EL TIEMPO estableció que en el expediente de la Fiscalía, Carlos y Jhonier pidieron constituirse en víctimas del asesinato de su hermano y de su señora madre. Categoría que tendrá que otorgar un juez.
Las cifras en rojo
Sin embargo, allegados han salido a rechazar con vehemencia el manto de duda que se quiere tender sobre algunos miembros de la familia Leal Hernández. E incluso se quejan del trato que dicen estar recibiendo de funcionarios de la Fiscalía que no atienden sus llamadas para solicitar información sobre el estado de la investigación.
“No les han respondido ninguno de los derechos de petición ni las comunicaciones que han enviado para preguntar sobre el avance del caso”, aseguró una persona cercana, y agregó que tampoco le han permitido a Jhonier el ingreso a la casona en La Calera, en donde están sus objetos personales, entre ellos ropa, y los códigos bancarios que permiten pagar la nómina de los empleados del salón de belleza y cubrir la deuda que hay con 15 proveedores.
Pero es claro que la investigación tiene dos ejes. Uno de ellos es establecer quiénes fueron los autores materiales e intelectuales del doble homicidio, y el otro filón es aclarar el origen del dinero con el que el estilista de los famosos expandió su negocio. Esto incluye establecer la situación financiera de su entorno. Y en ese capítulo encajan, entre otros, su hermano Jhonier.
En el caso de Jhonier Peluquería S. A. S., fundada en 2018 con un capital de 50 millones de pesos, los peritos ya saben que en sus libros contables aparecen varias cifras en rojo. Además, que el nombre del hermano de Mauricio es Yhonier, pero usa la jota para sus negocios.
En menos de dos años los activos de su empresa se redujeron en un 96 por ciento, obligando a los socios, él y su esposa, a solicitar la liquidación en una asamblea extraordinaria realizada el 30 de abril del 2021.
Mientras Jhonier definía la clausura de su peluquería, Mauricio estaba atendiendo la imagen de la señorita Colombia.
En el acta de reunión se explica por qué no prosperó el negocio, que incluía peluquería, venta de alimentos, pero también “girar, endosar, protestar, ceder, aceptar, avalar, cancelar, dar y recibir letras de cambio, pagaré y cheques”.
Según el documento en poder de EL TIEMPO, la pandemia fue la razón de que no despegara el salón de belleza de Jhonier.
“La situación económica de la sociedad no es favorable para continuar operando en condiciones normales, debido a que al sector de la peluquería y la belleza fue el más golpeado por la pandemia de covid-19”, se lee del acta.
Jhonier agrega que esta situación comprometió parte de su patrimonio y que el salón de belleza, en el barrio Polo Club de Bogotá, no estaba dando ganancias. Aunque en los papeles se habla de una liquidación, allegados a Jhonier le aseguraron a EL TIEMPO que se trata de una reestructuración y cambio de la figura mercantil.
Además, que la relación con Mauricio era la mejor. Incluso, Jhonier le dijo a este diario que él estaba a cargo de aspectos técnicos en algunos proyectos que estaba impulsando su hermano.
Por eso, su apoderada está solicitando que la Fiscalía explique el tema del supuesto lavado de activos y enriquecimiento ilícito del que habló el Fiscal General.
Al respecto, Barbosa anunció que no se descartan capturas en los próximos días, sin dar pistas sobre quiénes recaerían.
Lo que sí anticipó es que esto ayudará a esclarecer el homicidio del peluquero de los famosos y el de su señora madre.