“Ataque” es la palabra preferida de los incapaces para intentar tapar su ineptitud y la destrucción que por años han esparcido por toda Venezuela.
El apagón que por más de seis horas oscureció al menos a 20 de los 23 estados del país, es tan solo una muestra de ello.
“Queremos informar sobre un nuevo ataque al sistema eléctrico nacional, dentro de este plan de sabotaje permanente y que forma parte de la guerra multiforme que hemos recibido constantemente y que uno de los aspectos importante de esa guerra multiforme es la guerra eléctrica”, estas declaraciones del infame de Néstor Reverol, vicepresidente sectorial de obras públicas y servicios, y ministro de energía eléctrica del no menos infame Nicolás Maduro, pudieran fácilmente ser su justificación para este nuevo apagón, pero es que aunque usted no lo crea, fue lo que declaró a VTV el 13 de septiembre pasado a propósito de otro apagón, y es lo que ha declarado en los cada vez que ocurre un apagón.
Apagones que lamentablemente se han hecho cotidianos en nuestro país. Según el Comité de Afectados por los Apagones, este año se han reportado 96.291 fallos eléctricos y 37.986 artefactos se han dañado. ¿Y todos por ataques?, a otro con ese cuento Néstor.
Ante el masivo apagón de este jueves en Venezuela, ¿adivinen que dijo Reverol? “Hemos recibido un nuevo ataque al SEN específicamente en el Guri, nuevamente quienes se ensañaron en el 2019 arremeten contra la paz del país”, otra vez la palabra ataque, es que si no es un francotirador, son rayos electromagnéticos, o son las iguanas que atacan, es en definitiva la repetida excusa del incapaz.
Pero no Reverol, el único ataque constante y permanente en contra del sistema electivo nacional, en contra del bolsillo y el estómago de los venezolanos, en contra de los derechos humanos de los ciudadanos y de la democracia, se llama Nicolás Maduro Moros y todo su régimen, contigo incluido.
Se llama además corrupción, esa voraz ambición que se adueñó de todo aquel con posibilidades de meterse en un negocio con el régimen. Hagamos historia. Cuando el fallecido Hugo Chávez acabó con un modelo de gestión descentralizado, con distintas empresas eléctricas, y centralizó todo en Corpoelec, abrió la caja de Pandora.
Entre 2004 y 2014, comenzaron a comprar e invertir en plantas termoeléctricas. ¿Y qué pasó? La mayoría de esas plantas al día de hoy están inoperativas, no por ataques, sino por corrupción.
Otro evento que se registró y que abrió las agallas a todos los corruptos fue el decreto de emergencia eléctrica. El régimen le entregó licencia a los corruptos para que saquearan al país, ese decreto fue el acta de nacimiento de los bolichicos.
Con este decreto, sin licitaciones ni concursos, sin información de precios, el régimen adjudicó a una firma desconocida, sin ninguna experiencia en el sector eléctrico, 12 contratos para construir generadoras eléctricas, en 14 meses. Esta operación se efectuó con un sobreprecio de 3.000 millones de dólares.
Con estas jugosas sumas en sus bolsillos se estableció Derwick Associates, de Alejandro Betancourt López y Pedro José Trebbau López, los ‘bolichicos’.
Estos engendros del régimen de Nicolás Maduro, pagaron multimillonarios sobornos para la adjudicación de contratos en el sector energético. Entre los involucrados y que recibieron sobornos están: El presidente de PDVSA y ministro de energía, Rafael Ramírez; el exministro de Industrias Básicas y Mineras, Rodolfo Sanz; el ex viceministro de Energía, Nervis Villalobos, y Javier Andrés Alvarado Pardil, hijo del ex viceministro de Desarrollo Eléctrico y amigo desde niño del grupo de Derwick.
Ese es el verdadero ataque. Entonces Reverol, antes de volver a usar la palabra “Ataque” ante un nuevo apagón, mejor usa “Mea Culpa” porque han sido ustedes, solo ustedes y los engendros que han creado, quienes han ejecutado un masivo ataque a la dignidad, al erario y a la vida de los venezolanos.
@LesterToledo
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