Han sido 24 años de triunfos y derrotas, pero con la satisfacción de habernos convertido en referente de los DDHH de los presos en Venezuela
Hoy 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, celebramos también el 24 aniversario de la creación de Una Ventana a la Libertad (UVL), organización pionera en la defensa de los derechos humanos de las personas privadas de libertad en Venezuela. Tengo el honor de ser su fundador y coordinador general desde su creación.
Una Ventana a la Libertad nació de la idea de un grupo de personas vinculadas al tema penitenciario. Veíamos la necesidad de que se creara una organización que, como misión principal, tuviera la atención directa de los presos venezolanos. En ese grupo se encontraban Flor Isava, Livia Montes, Carol Carrero, Aida Martínez, el padre Roberto Martialay y otros que se me escapan de la memoria.
Así, el 10 de diciembre de 1997, en el auditórium del Instituto Universitario Nacional de Estudios Penitenciarios (IUNEP), nació Una Ventana a la Libertad. Fue un sencillo pero nutrido acto que contó con el padrinazgo del Dr. Elio Gómez Grillo, padre del penitenciarismo moderno de Venezuela.
Han sido 24 años de arduo trabajo, con sus triunfos y derrotas. Pero con la satisfacción de habernos convertido en un referente, no solo nacional sino internacional, cuando se habla de la situación de los derechos humanos de las personas encarceladas en Venezuela.
En los últimos años nuestro equipo ha crecido considerablemente. Hoy contamos con un excelente equipo de investigación que coordina la Dra. Magaly Huggins y que cuenta con un grupo de investigadores en todos los estados del país que se encarga de monitorear lo que sucede cada día en las cárceles y los centros de detención preventiva del país.
También contamos con un magnífico equipo de comunicación que informa del acontecer penitenciario a través de nuestra página web, redes sociales, boletines e informes que desde UVL constantemente estamos emitiendo.
No solo damos asistencia jurídica virtual a familiares de los privados de libertad, sino que desde hace dos años, en una maravillosa alianza con la organización Proyecto Once Trece, un grupo de médicos infectólogos que asiste a los más necesitados, realizamos jornadas de asistencia médica en centros de detención preventiva del país. Allí se le da asistencia médica general a la población reclusa; se le suministra los medicamentos que necesite y la orientación que requiera. En este proyecto, hasta la fecha, se han realizado 22 jornadas médicas en diferentes calabozos policiales y atendido a 1704 presos, de los cuales 195 fueron mujeres.
Es mucho lo que en Una Ventana a la Libertad hemos crecido a lo largo de estos 24 años. Si bien es cierto que no hemos logrado que el sistema penitenciario venezolano mejore o los derechos humanos de los reclusos sean respetados, sí hemos informado al mundo entero de las terribles condiciones infrahumanas en que viven.
Aún queda mucho camino por recorrer. Seguimos soñando con tener cárceles dignas en donde se respeten los derechos humanos y que sean realmente centros para reinsertar a las personas que allí entran y no en universidades del delito como son hoy en día.
Finalizo agradeciendo a todo el equipo que me acompaña en Una Ventana a la Libertad; sin ellos, todos estos logros serían imposibles. Igualmente agradecer a todos los que nos han apoyado a lo largo de estos 24 años, en especial a los presos venezolanos y sus familiares por creer en nuestro trabajo. A todos, muchas gracias.
Instagram: @carlos_nieto_palma
*Director de Una Ventana a la Libertad
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