Gustavo Petro, aspirante a la presidencia, ha hecho un esfuerzo enorme por poner en el congelador el tema de Venezuela, en general; y de Nicolás Maduro, en particular, así lo reseñó EL TIEMPO.
Es consciente de lo que significa para los electores que lo relaciones con ese sistema político. De ahí, el impacto negativo que debieron de haber tenido en su campaña, las más recientes declaraciones de Piedad Córdoba, nueva integrante del Pacto Histórico.
La exsenadora, quien participa como veedora internacional en las elecciones regionales y municipales que se celebraron este domingo en Venezuela, aseguró que Alex Saab está “secuestrado” por Estados Unidos.
Y que esa acción “violenta brutalmente” el proceso de diálogo entre el Gobierno Bolivariano y las oposiciones de la nación suramericana.
“El presidente (Nicolás Maduro) tiene total razón en la inconformidad que ha demostrado frente al secuestro de Alex Saab, que es una violación al derecho internacional humanitario, es una violación a la Convención de Viena”, dijo ella.
La senadora salió en defensa de lo que ella llama el Enviado Especial de Venezuela y lo relacionó con la decisión de Maduro de romper las conversaciones con la oposición.
Manifestó su sorpresa de que un país, en este caso EE.UU., “tome una decisión de esas, que violenta brutalmente la posibilidad del diálogo”, fustigó.
Por si fuera poco, dijo que el presidente de Colombia, Iván Duque está obligado a reconocer el resultado electoral en Venezuela.
Las declaraciones ponen sobre la mesa un hilo conductor evidente entre una figura notable del Pacto Histórico –de hecho, se afirma que ella ocupara un lugar en la lista al senado- y el régimen de Venezuela, precisamente en momentos en que el propio Petro se ha mostrado prudente.
En entrevista concedida a EL TIEMPO y publicada este domingo, el diario le preguntó a Petro:
¿Y en política exterior qué va a hacer, principalmente con Venezuela?
A lo que él respondió: “La política diplomática va más allá de Venezuela. El país se centrará en la lucha contra el cambio climático y esto es un asunto de seguridad nacional. Colombia será aliado de todos los Estados y movimientos sociales que en el mundo presionen la lucha contra el cambio climático”.
“En mi gobierno, la política exterior a cualquier país en América Latina es la que ordenó la Constitución Nacional de integración y paz y eso significa, en la frontera, buena vecindad, independientemente de quienes gobiernen al otro lado”.
Petro no quiso entrar en más detalles sobre lo que sería su política al otro lado de la frontera. El tema causa mucha sensibilidad en los electores colombianos pues algunos temen que el país adopte un sistema económico y político similar.
Se trata de un modelo que ha fracasado por completo. De hecho, las elecciones fueron cuestionadas por distintos observadores. Los informes dan cuenta, además, de los bajos niveles sociales que enfrenta hoy la población de ese país.
Venezuela es en la actualidad el país más pobre de América Latina por lo que más de cinco millones de sus ciudadanos han huido.
A Colombia han llegado, en números redondos, dos millones. Son cientos los que deambulan en las grandes ciudades pidiendo ayuda. En campaña el mensaje es negativo para cualquier candidato que salga en defensa de ese modelo porque las evidencias de su fracaso están ante los ojos de todos.
Por si fuera poco, salir a defender a Álex Saab, acusado de lavado de activos, un delito que en medio de una campaña política causa un impacto enorme.
¿Qué dirá ante esta situación Petro? ¿Le sirve a Petro tener en sus filas en estos momentos a Piedad Córdoba?
Las inquietantes preguntas gravitan hoy en el escenario político.